IMAGEN ES PERCEPCIÓN
Maltrato psicológico
La famosa psicóloga norteamericana Susan Forward, reconocida autora de libros que hablan sobre todo tipo de abusos contra la mujer, describió de esta manera el maltrato psicológico: “Es el abuso o cualquier comportamiento encaminado a controlar y subyugar a otro ser humano, mediante el recurso del miedo, difamaciones, amenazas y la humillación; valiéndose de ataques físicos o mediante las palabras”.
Aquí no únicamente hablamos de un exmarido o novio abusivo, también puede ser un hermano, un padre, un amigo, un jefe, un compañero de trabajo o estudios; que en su calidad de hombre se permite humillar a una mujer, por el solo hecho de serlo o de estar en una posición de dominio o control sobre ella. El uso de palabras fuertes ante una dama son inadmisibles.
La violencia contra la mujer incluye todo tipo de agresión —golpes, palabras fuertes, discriminación o menosprecio—. De hecho cualquier agresión física no se origina sin antecedentes previos de un maltrato verbal, repetitivo y constante, por un tiempo prolongado. El maltratador abusa de su poder, ya sea económico o físico para imponer su voluntad a costa de lo que sea.
Las estadísticas son aterradoras, porque señalan que al menos una de cada tres mujeres ha sido víctima a lo largo de su vida de un acto de violencia de género. Sobre todo originado por su mismo padre o su cónyuge.
La mujer maltratada vive situaciones emocionales que la perturban y le provocan pérdida de su autoestima, por una ambivalencia de sentimientos hacia el abusador, con el que por un lado tiene un vínculo afectivo, pero por el otro siente temor y miedo de expresarse libremente, porque el hombre que debería protegerla y cuidarla se ha convertido en un verdugo. Incluso muchas mujeres, por la desesperación, optan por el suicidio al no encontrar una salida a este problema.
Las agresiones verbales cada vez son más frecuentes y ocurren en todos los grupos sociales, independientemente del nivel económico, social o cultural.
El ciclo del maltrato psicológico en la mayoría de los casos inicia en la infancia del mismo abusador, debido a algún tipo de trauma que le ha ocurrido durante sus primeros años de vida. Puede ser que el maltratador haya crecido en un ambiente de frustración y de violencia física o verbal. Y es allí donde se forma una persona egocéntrica, que goza ridiculizando o humillando públicamente a otros; explosivo, controlador y paranoico; violento y agresivo.
En el caso de un esposo que maltrata a su mujer, ella enfrenta, además de la violencia verbal y sicológica ejercida contra su persona, el miedo de afrontar las consecuencias económicas que podrían conllevar la separación del maltratador, que por lo general es el que provee la manutención de ella y sus hijos, situación que muchas veces la detiene para ejercer acciones legales contra el victimario.
Por esta razón el Ministerio Público creó una Fiscalía de protección para la mujer, con el fin de garantizar la atención integral a la víctima. Hay que mencionar que el maltrato psicológico es un delito y puede llegar a ser castigado con cárcel para el abusador.
La violencia psicológica y discriminación son penadas en Guatemala hasta con 12 años de prisión, según la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer.
El maltrato psicológico es silencioso y podría parecer inofensivo, puede justificarse incluso como mal carácter del maltratador. Pero lo importante es ¿Cómo puede demostrarse, si al final es palabra contra palabra? Aún hay mucha gente escéptica que puede creer que son exageraciones o mentiras de la víctima. Pero piense que en estos casos su palabra sí tiene valor ante las autoridades. ¡Alto al maltrato verbal o psicológico!
imagen_es_percepcion@yahoo.com