CATALEJO
Los efectos ocultos
Una reciente noticia, preocupante por sus motivos e implicaciones, salió a la luz pública ayer, cuando la Dirección General de Migración señaló la posibilidad de NO CONTAR CON libretas de pasaportes para el próximo año, a causa de retrasos en la licitación, falta de firma el contrato, problemas, y así un largo etcétera. Podría ser capeado temporalmente si se les colocan un sello a los documentos vencidos, pero no es posible hacerlo en los casos de personas a quienes por primera vez les debería ser entregado el documento. Una nueva traba más a las actividades normales ciudadanas a causa de la ineptitud del sistema del Estado, en general. Y una traba con efectos ocultos.
Los pasaportes sellados corren el peligro de no ser aceptados o de causar sospechas en otros países, en momentos cuando en el mundo entero suenan las alarmas en las oficinas de migración de los aeropuertos y demás lugares de entrada a los países cuando la documentación presentada por un viajero tiene la más mínima falla. Todo lo relacionado con viajes constituye una cadena cuyos eslabones deben estar perfectamente integrados. A causa de crecimiento del número de pasajeros, cada vez es más complicado realizar las reservaciones necesarias y por ello la cancelación de un viaje puede significar problemas enormes, no sólo por la carencia de pasaportes.
El mal estado de las calles y carreteras, el aumento de vehículos, afecta a los viajes de los ciudadanos nacionales y extranjeros. Si a ello se le agrega la desorganización en las instalaciones del aeropuerto, todo se convierte en un laberinto de efectos de todo tipo, especialmente económicos. Unos son directos, como los derivados de toda esta amalgama de demostraciones de incapacidad. Pero los indirectos son igual de peligrosos, al ser el efecto del relato de las víctimas a sus círculo cercano y la recomendación de no visitar a Guatemala, donde para ajustar los problemas les espera una situación delictiva desarrollada.
El diablo en la tradición