LA BUENA NOTICIA

La voz de los católicos de Jutiapa

Víctor M. Ruano

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Los católicos de Jutiapa acaban de pronunciarse sobre la realidad eclesial y social, en el marco de una asamblea pastoral, donde participaron laicos y religiosas, el obispo y su presbiterio. Estas reuniones que realizan las diócesis son bien planificadas y cuidadosamente desarrolladas. Los laicos son elegidos por sus comunidades, las religiosas por sus congregaciones y, el presbiterio participa en pleno. Se desenvuelven en un clima de alta responsabilidad y amplia participación, las decisiones pastorales son previamente discutidas antes de ser aprobadas. Realmente son días de fraternidad y reflexión, de discernimiento e inspiración, para impulsar la tarea evangelizadora de la iglesia local.

En la Iglesia, sobre todo el sector que sintoniza con el Papa Francisco, existe el deseo de “recomenzar desde Cristo” como la fuente inspiradora para una vida digna de los pueblos; de empeñarse en la edificación de una Iglesia misericordiosa, en salida misionera al servicio de los pobres. Una iglesia con discípulos misioneros fielmente comprometidos en la tarea de anunciar a los hombres y mujeres de hoy la “Alegría del Evangelio”, y con la fuerza profética para denunciar las raíces y consecuencias del sistema socioeconómico imperante en el mundo, que en su raíz es corrupto y violento, desigual e injusto, por eso resulta un imperativo ético participar en la construcción de una sociedad distinta, más justa y en paz, responsable del cuidado de la “casa común” y comprometida con la denuncia del mal.

En esa perspectiva se ubican los católicos jutiapanecos, al haber expresado su preocupación por la situación del país, porque ven que está en riesgo la paz y el desarrollo integral para nuestros pueblos y aldeas. En ese sentido han dicho: “Nos duele comprobar los niveles de empobrecimiento económico, las hirientes desigualdades sociales y ver a nuestros hermanos emigrar; nos lastima el monstruo del narcotráfico, la injusticia institucionalizada, la violencia generalizada y la galopante corrupción e impunidad, verdadero rostro de la criminalidad y cuyas consecuencias se perciben con tremenda crueldad en la vida de nuestros niños y jóvenes, mujeres y ancianos. Nos indigna la ambición de empresarios extranjeros y de un sector del empresariado guatemalteco que, sin conciencia ética y sin escrúpulo alguno, se enriquecen a costa de los recursos naturales de nuestras tierras”.

Ante esa dura realidad constatan que a los jutiapanecos por todas partes los aprietan, pero no los aplastan; andan con graves preocupaciones, pero no desesperados; son perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no aniquilados, (Cf. 2 Cor. 4, 8-9). Aún mantienen viva la esperanza y el espíritu de lucha, porque les anima el seguimiento de Jesús en la comunidad parroquial, y la confianza de que Dios “ha visto la opresión” en que viven, “ha oído sus quejas contra los opresores”, y se “ha fijado en sus sufrimientos”. En el caminar de sus comunidades experimentan que Dios “ha bajado a liberarlos” y a “sacarlos” de las condiciones inhumanas a las que los ha sometido brutalmente el sistema injusto imperante en el país y en el mundo entero. (Cf. Éxodo, 3, 7-8).

Los católicos de Jutiapa se han comprometido a poner en marcha un proceso de catecumenado según la propuesta de Aparecida, impulsar las pequeñas comunidades eclesiales misioneras y ofrecer una sólida y actualizada formación laical; además, quieren participar con la sociedad civil en aquellas tareas orientadas a la promoción de la cultura de la vida y de la ecología integral..

pvictorr@hotmail.com

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