El camino de la revolución no pasa por las urnas electorales, fue un apotegma elaborado por un militar convencido de alcanzar el poder. La segunda mitad del siglo pasado testifica el esfuerzo y sacrificio de muchos connacionales que buscaban un cambio sobre bases de igualdad étnica, consideración de las aspiraciones populares y medidas económicas sociales.

Los acuerdos de paz concluyeron la vía armada para la toma de la autoridad estatal. Solo unas pocas agrupaciones en el mundo continúan con empecinamiento esa opción político militar. Salvo suceda un cataclismo semejante a la Segunda Guerra Mundial, no se considera viable. Obvio, también existen payasadas patrocinadas por anarquistas liberales europeos y norteamericanos. No vale la pena referirse a dichas maniobras de distracción político ideológica.

Frente al modelo constituido por la revolución china y, en pequeña escala, en Cuba, se ha vuelto la vista hacia la independencia de India. Un movimiento de masas, con medios políticos, consiguió sacudirse la dominación británica. Se propone formar un partido sobre una base deliberante para acceder al poder. Algunos critican la propuesta con su característica posición derechista recalcitrante. Tales opiniones no ayudan a perfeccionar la propuesta, sino solamente buscan excluir la práctica política transformadora.

Para quienes optaron con buena voluntad, conviene caracterizar al modelo establecido por el Partido del Congreso en la transformación del subcontinente indio. A) se fundó con exfuncionarios, profesionales y otros miembros de la clase media. B) Al inicio, sus líderes fueron personas acomodadas que insistían en la educación y fortalecimiento del nacionalismo, como Rabindranath Tagore, Sri Aurobindo, Syed Ahmed Khan, etc. C) Para conseguir jerarquía nacional e influencia necesitó de muchos años. Desde 1885, año de su fundación, a 1930, la marcha de la sal, pasaron 45 años. D) durante su lucha enfrentaron las desavenencias de la Liga Musulmana, que enredaron el proceso de negociación política y finalmente crearon tres países. E) Algunos de sus integrantes se separaron y elaboraron una posición ideológica que ahora se llama socialismo revolucionario. Fue el caso del Bloque para Avance de la India, en inglés All India Forward Bloc. Estos estaban descontentos con la expresión ideológica de ricos patrocinadores del Partido del Congreso. F) Finalmente, la personalidad de Ghandi fue determinante para constituir el bloque intelectual moral.

La ausencia de esos elementos en la propuesta nacional convierte el sueño de una Asamblea Constituyente Plurinacional y Popular en eso: un sueño. No obstante, se debe aceptar que los movimientos sociales presentan singularidad histórica y el hecho de analizar a los modelos teóricos no es óbice al avance de una estrategia política porque siempre existen nuevas circunstancias. Son claras las diferencias entre el subcontinente y un pequeño país. En nuestro caso se trataría de una iniciativa limitada y condicionada por las circunstancias históricas, donde tiene un peso específico la realidad geopolítica.

Además, los asambleístas apenas cuentan con la venta de servicios públicos sustraídos al control de las empresas concesionarias del sector eléctrico. En consecuencia, no se gana legitimidad moral. Peor sería fincar las esperanzas en transferencias financieras dirigidas a oenegés por parte de patrocinadores extranjeros, pues se sabe que dichas remesas son autorizadas por el gobierno.

En fin, se debe aclarar el asambleísmo y evitar que una evaluación emotiva sea fuente de frustración.

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