IMAGEN ES PERCEPCIÓN
La nueva imagen del MP
Esta semana se presentó el tercer informe de la gestión de la fiscal general Thelma Aldana. Su mandato ha creado gran polémica, siendo una mezcla de luces y sombras que generan percepciones encontradas en la población, provocando antagónicamente aplausos, admiración o críticas y ataques de numerosos sectores.
En el documento de 378 páginas se destacó: La desarticulación de 48 estructuras criminales —que significó la captura de 720 personas— y la creación de 63 nuevas fiscalías, entre muchos otros.
El Ministerio Público es clave en la cadena de justicia, y su protagonismo es relevante para el fortalecimiento del estado de Derecho. Los alcances de su trabajo son fundamentales para el combate de la corrupción y la desarticulación de estructuras criminales dentro y fuera del Estado.
Desde el 2008, cuando tomo la dirección del MP Amílcar Velásquez Zárate, se inició un reto serio para combatir la impunidad, rompiendo el esquema de oscuros personajes que lo antecedieron y cuya gestión fue opaca y poco transparente.
Velásquez impulsó la Ley contra la Delincuencia Organizada e implementó la persecución penal estratégica –identificar patrones para determinar si son parte de una estructura criminal—. Este cambio de modelo de gestión fue todo un éxito, útil para los actuales casos.
Así mismo, Claudia Paz y Paz fue altamente reconocida por sus logros, aunque no tuvo la valentía de investigar al expresidente Colom, Sandra Torres y otros funcionarios de ese nefasto gobierno. ¿Sería por lealtad a quienes la pusieron en ese cargo? Seguramente, pero le quedó debiendo mucho al pueblo de Guatemala. Contrario a Aldana, la única Fiscal que tuvo el coraje de hacer una investigación seria y presentar cargos contra un expresidente de la República, supuesto cabecilla de una estructura criminal que saqueó al Estado.
Thelma Aldana dijo en su presentación: “No hay nadie demasiado poderoso para no ser alcanzado por la justicia”. Pero lamentablemente la percepción de la población es de una “justicia selectiva”, porque ciertos empresarios corruptos de cuello blanco no han sido tocados. ¿Por qué, Señora Fiscal?
Si hablamos de la imagen institucional, se puede hablar de un Ministerio Público, “sin Cicig y con Cicig”, que marcó un parteaguas, no solo en la percepción, sino en los resultados visibles que hemos observado desde que esta Comisión colabora para fortalecer y acompañar al MP.
Los resultados han sido altamente positivos cuando nos referimos a casos de alto impacto; pero si revisamos casos no mediáticos seguimos en números rojos, con un 97 por ciento de impunidad.
Aunque el trabajo de Thelma Aldana ha sido muy bueno, no es correcto personalizar una institución porque al final del día ¿Cómo sería el MP sin Cicig o sin Aldana? Son escenarios que necesariamente debemos plantearnos para empezar a exigir que se fortalezca la institución y no las personas.
Por eso deben crearse políticas y normas fuertes, funcionales y bien sustentadas, que involucren a todo el engranaje de la justicia —cuatro eslabones que deben casar perfectamente para que esta sea efectiva: PNC, MP, CSJ y SP— que no puedan cambiarse al llegar otro Fiscal General, sino que permanezcan independientemente de quién esté al mando. Es muy importante que se promuevan nuevos liderazgos a todos los niveles.
Tristemente el Ministerio Público no puede combatir la impunidad en solitario, se necesita fortalecer todas las instituciones involucradas en el proceso de justicia, pero sobre todo es indispensable reformarlo. Al menos en cuanto a Independencia judicial, Inamovilidad de jueces, Carrera judicial y Régimen disciplinario.
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