HAGAMOS LA DIFERENCIA
La Enca, escuela agrícola y forestal de Guatemala
La Escuela Nacional Central de Agricultura (Enca) es la institución rectora de la educación agrícola y forestal a nivel medio en el país. Funciona desde 1921 y está próxima a cumplir su primer centenario. Es de las pocas instituciones cuyos alumnos conviven en internado y dentro de una finca que coexiste como un verdadero laboratorio viviente. Principió a operar en la Finca Nacional La Aurora, en 1936 se trasladó a la Alameda, Chimaltenango, y en 1944 se radicó en la finca Bárcena, Villa Nueva, hasta la actualidad. Surgió con el objetivo de formar recurso humano para contribuir al desarrollo agrícola y forestal en el país, y en sus inicios tuvo inclusión de estudiantes de otros países, especialmente de Centroamérica, México y del Caribe.
En 1986 obtuvo su autonomía, siendo la única institución educativa a nivel medio que ostenta este status, que le permite gestionar sus propios recursos. En los años 90 estableció su sistema legal y emprendió un proceso de Reingeniería que permitió modernizar su administración e incorporar modernos sistemas de educación y producción. Legalizó a su nombre las tierras, lo que permite evitar un nuevo traslado como lo intentó el Ing. Fritz García Gallont en el gobierno de Álvaro Arzú. La Enca es la institución rectora de 19 centros educativos agrícolas y forestales a nivel medio, donde participan cuatro institutos Adolfo V. Hall, cuatro escuelas de Formación Agrícola (Efas) y 10 centros privados.
A la fecha la escuela ha egresado 5912 peritos agrónomos y forestales, los que han incidido en el desarrollo agrícola del país. Sus egresados se caracterizan por una férrea disciplina, forjada en las aulas y campos de la institución. Son indiscutibles las competencias sobre todo a nivel de campo con las que salen, compitiendo con profesionales de otras escuelas similares en donde la formación se realiza más en gabinete y de forma más teórica. Esto lo garantiza la metodología de trabajo “aprender haciendo” con la que el estudiante asegura sus resultados, producto de la experiencia práctica realizada, metiendo las manos en las labores que se le encomiendan pero con un raciocinio adecuado, producto de los conocimientos teóricos que lleva en paralelo.
En la semana del 22 al 27 de mayo, con ocasión del Día del Árbol, la escuela celebra su aniversario. Es impresionante el poder de convocatoria que tiene para que sus egresados la visiten. El compañerismo y la hermandad que se crea al convivir en la etapa de la juventud al estar internados mantiene la unidad entre compañeros de promoción, los que vienen de diversos puntos del país y de otros países. El espectáculo del día sábado, de ver múltiples y variopintos toldos de cada una de las promociones desplegadas en los campos de la escuela es único. Entre actos, música, comida, jaripeos y visita a la “Avenida de las Promociones”, para colocar o visitar la plaqueta de cada promoción con los nombres de sus egresados, la celebración adquiere una mezcla de alegría, nostalgia y satisfacción.
La Escuela puede, con orgullo, exhibir su contribución al desarrollo del país, mostrar sus campos, laboratorios e instalaciones cuidadosamente administrados, mostrar el Premio Sapientiae a la Excelencia Educativa otorgado en 2011 por la Odaee, por ser una de las mejores instituciones para estudiar en América Latina, y la Orden del Quetzal en Grado de Gran Cruz, por su contribución al desarrollo del país, otorgado por la Presidencia de la República. De cara a la próxima celebración de su centenario, la Enca se prepara para enfrentar los desafíos que exige la agricultura moderna, la que está siendo incentivada por las tecnologías actuales, que permitirá una vez más ponernos a la vanguardia del agro nacional.