Con todo el revuelo que ha causado la emisión de US$700 millones en bonos y los adversos análisis de la entidad Economist Inteligente Unit sobre la situación económica de Guatemala hay un importante evento que ha pasado desapercibido. La Municipalidad de Guatemala está en default frente al Banco Centroamericano de Integración Económica -BCIE. ¿Alguien dijo alguna vez que nuestro país tiene un excelente record crediticio? ¿Qué Guatemala nunca ha incumplido en sus obligaciones financieras…? No más. La Muni está técnicamente en quiebra.

Quizás, la razón por la que este evento no ha sido motivo de mayor escándalo es porque el BCIE no ha dejado de recibir los pagos que corresponden a las obligaciones contraídas. De acuerdo a las condiciones del préstamo, si la Muni no paga, el Banco de Guatemala se hace cargo de los pagos. Y eso es lo que ha estado ocurriendo. Una molesta Junta Monetaria ha tenido que autorizar el pago de la deuda en vista de que la Muni dice no tener fondos. La JM prefiere tomar fondos de las reservas monetarias antes de que nuestro país pase semejante vergüenza y ponga en peligro las otras obligaciones que están en circulación, además de las que quieren emitir.

Este incumplimiento de las obligaciones financieras internacionales de la Municipalidad nos viene a recordar que la contratación de deuda implica una gran responsabilidad. Fue exactamente el mismo error que cometieron otras municipales departamentales que no pudieron pagar los préstamos que asumieron a finales del último gobierno. Varios bancos perdieron lo prestado o tuvieron que reestructurar las deudas. Sin embargo, en el caso de la Municipalidad, la deuda es mucho mayor y su incumplimiento es mucho más grave.

A lo largo de las diferentes administraciones municipales, las grandes obras han sido financiadas mediante préstamos contratados con el BCIE. La lógica es que todos esos millones, eventualmente serían cobrados en impuestos municipales y se lograría pagar de vuelta intereses y capital. Lo cierto es que la deuda ha crecido y los fondos para repagarla no. Paradójicamente, el último intento por elevar la deuda municipal la hizo el actual alcalde. Sin embargo, ese préstamo nunca fue aprobado por un congreso políticamente hostil. La actual Muni se las tendría que arreglar como pueda. ¿Y la responsabilidad de los otros alcaldes que nos endeudaron? Bien gracias.

El BCIE puede dormir tranquilo porque el Estado de Guatemala (a través del Banguat) avala las deudas de la Muni. La Muni puede dormir tranquila porque, si no tiene con qué pagar, el Banguat no tiene otra opción más que ?apechugar? los pagos. Los que no podremos dormir tranquilos somos los vecinos de la capital quienes, eventualmente, pagaremos las deudas contraídas.