HOMO ECONOMICUSSin querer queriendo?
Con el alza en los precios de los combustibles, parecía como que los consumidores estaban preguntándose ?y ahora, ¿quién podrá defendernos?? Pues al estilo del Chapulín Colorado, apareció el procurador de los Derechos Humanos (PDH).
Aduciendo, correctamente, que los combustibles pagaban altos impuestos, anunció un recurso de inconstitucionalidad para quitarlos (por doble tributación) y, con ello, bajar el precio de las gasolinas. Pues ¡¿que les parece que lo ganó?!
Y le tocó al gobierno quedarse preguntando ¿y ahora quién podrá defendernos?
Lo que pasó después fue más interesante aún. La prensa comenzó a reportar que el fisco se quedaría sin Q1 mil 800 millones de ingresos y nuestro ?superhéroe? dejó de parecerse al Chapulín Colorado para parecerse al Chavo del Ocho que, cuando se veían las consecuencias de sus errores decía: ?fue sin querer queriendo?.
Nuestro PDH no sabía que contestar cuando los periodistas le preguntaban ¿de dónde sacará los fondos el gobierno para el mantenimiento de carreteras? Se limitó a decir que lo único relevante era el respeto al estado de derecho.
Interesante y correcto el enfoque de nuestro PDH. Lo único que no cuadra es que se le haya ocurrido ?defender el estado de Derecho? cuando le era políticamente conveniente y no cuando se había violado la constitución (que fue cuando se aprobó el impuesto cuestionado).
Es decir, ahora que el precio de la gasolina está alto, ahora se le ocurre encontrar el mecanismo legal para bajarlo y echarse el ?taco? del defensor del pueblo. Pero cuando se discutía cómo subir los impuestos en el Pacto Fiscal allí si no le importó el ?estado de Derecho? y ni mencionó el tema de la doble tributación de los combustibles.
En realidad, nuestro ?defensor de conciencia? ha estado más bien callado cuando otras instituciones han interpuesto recursos de inconstitucionalidad contra impuestos.
No se le ha visto como ?querellante adhesivo? ni a aparecido tan indignado con impuestos como el IEMA, por ejemplo, que fue mucho más nefasto para el pueblo que cualquier impuesto a los combustibles además de que era igualmente inconstitucional. ¿Entonces?
La moraleja del incidente es evidente: las acciones del PDH, las causas que elige y el momento en que las elige, están fundamentalmente motivadas para enaltecer su imagen política de acuerdo a donde soplen las brisas sociales del momento.
Lo del ?estado de Derecho? fue una conveniente excusa en este caso que ?le sonó la flauta?.
Como quiera que sea, más se tardó el PDH en buscar algún tipo de explicación para sus acciones que el gobierno en crear un nuevo gravamen para recuperar los ingresos perdidos.
O sea que el precio de las gasolinas seguirá igual y las motivaciones y ambiciones políticas del PDH? también.