HOMO ECONOMICUSLastres de la izquierda (2)
En estas entregas analizo las principales razones por las cuales la anunciada nueva organización de izquierda puede cambiar de nombre, pero no puede cambiar de discurso. Sus propuestas siguen siendo tan equivocadas como siempre. A continuación, las siguientes tres:
4. Repartir, repartir y repartir. La fórmula de la izquierda para la prosperidad se basa en pretender repartir aquello que está ?desigualmente? distribuido. Claro, repartir es fácil, pero en Guatemala, ¿qué vamos a repartir?
Cuando la izquierda llegó a Chile, llegó con el juego ganado; lo único que tenía que hacer era jugar a no perderlo y seguir con la inercia de crecimiento.
Pero en Guatemala la cosa es distinta. La izquierda no sabe cómo crear riqueza. Lo único que sabe es destruirla, preservando su odio ideológico al capital (herencia marxista). Es por ello que sus propuestas fracasan.
5. La globalización. Para la izquierda, hay un nuevo fetiche: la globalización. Si usted les pregunta a los manifestantes, nadie le sabrá decir qué es, pero dicen que es ?mala?. Para ellos, la globalización es responsable de todos los males que existen en el planeta.
Sin embargo, la izquierda solamente rechaza la globalización que le es ideológicamente inconveniente (libre flujo de capitales, por ejemplo), pero abraza la que le sirve para avanzar su causa (el Internet y las ONG transnacionales).
Mientras los países progresan con la apertura económica y las empresas multinacionales crean nuevos empleos donde llegan, la izquierda quiere ir en la dirección opuesta, cerrando las fronteras. ?Otra Guatemala es posible?, dicen. Es cierto, pero la ?otra Guatemala? adonde equivocadamente se nos quiere conducir es aún más pobre de la que ya tenemos.
6. La violencia, coacción e intolerancia. La izquierda dice que busca el respeto por la ley y el ?estado de Derecho?. Sin embargo, las constantes violaciones de la ley, enmascaradas en la forma de ?medidas de hecho?, son promovidas por esa misma izquierda.
Invasiones, ?tomas pacíficas?, bloqueos de carreteras, secuestro de personas, agresiones físicas, incluso terrorismo (como la reciente destrucción de un oleoducto).
Todas ellas, acciones criminales y todas ellas en el ?portafolio? de medidas que la izquierda realiza y justifica regularmente. No deja de ser una gran ironía que la izquierda condene tan enérgicamente el jueves negro y, a la vez, entregue palos, machetes y armas a sus manifestantes cuando les conviene. Está claro que, como ellos mismos dijeron, la firma de la paz era ?la continuación de la guerra por otros medios?.
Vamos por seis lastres de la izquierda. En la próxima entrega concluimos.