En una reunión que tuvimos con representantes de la Empresa Eléctrica de Guatemala (EEGSA), nos comentaban sobre algunos usos de la energía eléctrica que están poco explorados y poco aceptados en Guatemala, que pueden aumentar la eficiencia energética. Por ejemplo, el tema de movilidad urbana, al usar energía eléctrica para teleféricos, tranvías, entre otros. Me llamó la atención cuando comentaron sobre las estufas de inducción, pues son poco conocidas en Guatemala. Según información del sitio http://indurama-induccion.blogspot.com/ las estufas de inducción funcionan con electricidad y son altamente eficientes, ya que aprovechan la energía mucho más que la cocina de gas. La estufa de inducción no posee resistencias eléctricas, sino bobinas que producen un campo electromagnético que genera calor directamente en el recipiente donde se cuecen los alimentos, por lo que cocina de forma más rápida, limpia y segura.

El generador electrónico suministra energía a una bobina que produce un campo electromagnético de alta frecuencia. El campo electromagnético penetra al recipiente, que deberá ser de material ferromagnético, y establece una circulación de corriente eléctrica que genera calor. El calor generado en el recipiente se transfiere al contenido. El campo no afecta nada fuera del recipiente.

En cuanto se retira el recipiente de la cocina se detiene la generación de calor. Entre sus ventajas tenemos que: a) son más rápidas para cocinar: el tiempo para cocer los alimentos es menor. Para llevar a ebullición dos litros de agua se necesitan cuatro minutos, comparados contra siete de las estufas de gas y ocho de las de vitrocerámica; b) son más seguras, pues si no se coloca material ferromagnético no se genera calor, la superficie vitrocerámica no se calienta en exceso, evitando así accidentes; c) es fácil de limpiar, pues no se produce la suciedad del residuo del gas sobre los muebles, la superficie de vitrocerámica es muy fácil de limpiar con un paño húmedo; d) es eficiente, pues el calor se genera directamente en los recipientes y evita la pérdida de energía. Las ollas que deben utilizarse para las cocinas de inducción son las que tienen contenido ferromagnético, es decir, a las que se pega un imán en su base, esta es una desventaja, al no utilizarse cualquier otro tipo de materiales en los recipientes. Son más seguras de usar, al evitar explosiones e incendios.

En Guatemala están disponibles en comercios como Pricesmart, EPA, Sears y en Max. Los precios varían desde Q1,500 hasta Q4,000, dependiendo del número de hornillas y calidad que se requiera.

Durante muchos años, en Guatemala se han realizado proyectos de cooperación externa que fabrican estufas ahorradoras de leña, y se han probado diferentes tipos, estilos y tecnología, pero terminan consumiendo leña, lo que provoca deforestación en el país. Una buena opción para canalizar las iniciativas para buscar la eficiencia en la cocina sería fabricar y utilizar estufas de inducción, pues la tecnología no es complicada, y al combinarlas con energía solar, por medio de paneles fotovoltaicos, se evitaría la tala de árboles. Debe también trabajarse en la distribución a precios asequibles de utensilios de cocina con contenido ferromagnético, pues estos son indispensables para que la estufa funcione. Para que esto se logre es necesario un cambio de paradigma, especialmente en el área rural.

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