MACROSCOPIO
Estamos perdiendo y mucho
Recientemente tuvimos la oportunidad de platicar con algunos caficultores cuyas parcelas son realmente minifundios y lógicamente todas sus ventas se las hacen a comisionistas de las casas exportadoras, estos mini productores, como casi la mayoría de pequeños parceleros se encuentran en la economía informal, no tienen NIT, por lo tanto no tienen facturas y hoy ante la proximidad de la cosecha su preocupación es grande, sus compradores están intervenidos y no saben a quién le venderán su café, los de las áreas cercanas a las fronteras, ya sabemos, sacarán su café a México, Honduras o El Salvador, pero los del centro del país no tienen esa alternativa . Su solución sería crear una cooperativa o alguna figura comercial que legalice sus ventas, pero eso ya sabemos, con las trabas que pone la burocracia probablemente estarían listos para operar en unos tres años, si bien les va. De plano caerán en manos de los “coyotes” que les darán anticipos a intereses altísimos y les pagaran precios que lo más seguro es que los lleven a la quiebra y serán los coyotes los dueños de las parcelas.
La realidad es que si el gobierno no cambia su estructura burocrática seguiremos con ese 75% que se encuentra en la informalidad. Informalidad que cada vez se acrecentará ante la intransigencia de los funcionarios, ahora cualquier negocio grande o pequeño requiere de un estudio de impacto ambiental, de una licencia municipal, y dependiendo del rubro intervienen, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, el Instituto Nacional de Bosques, el Ministerio de Salud, Aeronáutica Civil, los comités de vecinos, en fin Mundo y Raymundo. Ante esta falta de facilidades es lógico que la recaudación para el estado sea cada vez más difícil y hasta gente que está en la formalidad se pase al otro bando.
Hoy tenemos una huelga del transporte de carga, los daños causados tanto a las empresas como a la recaudación son de enormes dimensiones, la verdad es que vemos con preocupación que el ejecutivo de excuse al decir que este no es su problema, claro que lo es, es un problema de estado que causa innumerables daños a toda la población, a la economía y a la imagen del país, ahora resulta que algunas navieras suspenderán operaciones. Banano, vegetales, y otros perecederos se arruinan día a día, los barcos se van sin la carga.
La situación en los puertos y aduanas es grave, no están dejando entrar ni a los agentes de aduanas a tramitar pólizas de mercadería ya embarcada por los que no se puede cobrar lo despachado, lo que lógicamente reducirá el ingreso de divisas y lógicamente los impuestos.
La industria está sufriendo falta de abastecimiento, las empacadoras de vegetales, la industria maderera, la construcción, en fin toda actividad económica que necesite movilización de sus abastos y además transportar su producto terminado, está paralizada.
Existen en el mundo muchas ciudades que tienen restricción al transporte pesado adentro del casco urbano, pero tienen infraestructura para ello, enormes centros de acopio en las afueras , con facilidades para trasiego, parqueos de gran tamaño con mucha seguridad y además casi todas tienen un sistema ferroviario, en casi todas existe un anillo periférico y carreteras privadas, pero aquí para colmo tenemos que adicionar a los grupos extremistas que tienen detenida la construcción de vías que aliviarían el tránsito por la ciudad capital.
No le doy la razón a nadie, pero lo que si es cierto es que todos estamos perdiendo y mucho.
induagro@yahoo.com