Según la administración del Ministerio de Educación de la era de los “patriotas”, se formaría a los mejores maestros de la historia de Guatemala. Esperamos que se confirme lo planteado en los considerandos de ese acuerdo.

El próximo año egresará la primera promoción de maestros formados en el nivel superior, situación que permitió cercenar la trayectoria de las escuelas normales, calificándola de una decisión sabia, que daría solución a la deteriorada calidad educativa.

La experiencia testimonial de las escuelas normales de educación urbana y educación rural permitió una formación integral y crecimiento vocacional a los maestros de la época, impregnados de mística de trabajo que con una reingeniería bastaría para transformarlas en escuelas normales superiores.

La incorporación de la aplicación de exámenes de admisión y vocacionales, el suministro de ingredientes académicos de vanguardia y de formación profesional, con fundamentos científicos y el fomento de la mística magisterial con una dosis de humanismo, principios y valores bien cimentados, patriotismo para trabajar por el país y un profesionalismo con altos estándares de ética hubiera sido suficiente para lograr el cambio deseado.

El Ministerio de Educación endosó la responsabilidad de la formación de maestros a la Universidad. ¿Quién será el responsable de informar al pueblo de esos resultados? Según la normativa, esa responsabilidad es del Mineduc. Hasta el momento se desconoce información estadística sobre la matrícula de inscripción, deserción, calidad de docentes, aprobados, reprobados, déficit y entrega de contenidos, calidad de ambientes para impartir las nuevas técnicas pedagógicas que exige la didáctica de vanguardia.

Este es el momento de exigir a los responsables que den a conocer si está sistematizada la documentación y evitar caer en el mismo bache de incapacidad del sistema.

Es el momento de conocer cómo va el proceso: a) han seleccionado a los mejores estudiantes que se graduarán, basados en el rendimiento; b) existe la posibilidad de nombrar a los egresados con promedios altos para emplearlos inmediatamente; c) Se podrá conocer la muestra de escuelas seleccionadas en los 340 municipios para que estos maestros empiecen a trabajar; d) están previstos instrumentos de evaluación y supervisión para monitorear y hacer perfectible el trabajo que realicen los maestros; e) ya estará el diseño de las estrategias para que estemos seguros de que ese acuerdo ministerial permita que en el 2017 egresen maestros de excelencia.

Ojalá este acuerdo no constituya un ejercicio más de ensayo y error para mantener el statu quo de la educación mediocre, y que después de seis años se tenga garantía de que fue la decisión correcta para construir una nueva Guatemala.