ECONOMÍA PARA TODOS
Encuesta de ética empresarial
La investigación titulada Clima ético de la empresa privada en Guatemala. Grado de implantación de prácticas éticas, fue elaborada por el Centro de Investigación Humanismo y Empresa (CIHE), de la Universidad del Istmo (Unis), Fraijanes, Guatemala, agosto de 2016. Sus autores, Hugo Donaldo Cruz Rivas y Joan Fontrodona Felip.
A continuación, un extracto de la investigación: La encuesta pregunta sobre tres grandes aspectos: la percepción personal del gerente acerca de la sensibilidad ética suya y de su empresa, si ha aumentado o disminuido en el último año; el tipo de prácticas formales para fomentar la ética en la empresa, su modo de difusión y su cobertura; y los planes a futuro en relación con la existencia o inexistencia de esas prácticas.
En el aspecto de percepción personal sobre la ética, a juicio de los encuestados, tanto la sensibilidad personal como la sensibilidad de la empresa hacia los temas éticos ha aumentado en el último año; así lo afirma el 72% de los gerentes. La reputación de sus empresas ha mejorado en el último año —opinión del 64%— o se ha mantenido igual (35%). La ética ha influido positivamente en la mejora de la reputación de su empresa (86%).
La ética frecuentemente juega un papel importante en las decisiones, aunque esto solo lo opina el 46%. Para un 35% la ética juega un papel importante solo algunas veces y para un 16%, pocas veces.
Respecto de las prácticas éticas, el 81% de los encuestados afirma que en su empresa existen prácticas éticas formales. El 40% opina que esas prácticas éticas frecuentemente les han ayudado a tomar decisiones y otro 40% opina que le han ayudado solo algunas veces. Los encuestados consideran que las áreas de la empresa donde más problemas éticos se presentan son Comercial y Ventas —señalada por el 42%—, Recursos Humanos (40%), Contabilidad y Finanzas (37%), Compras (36%) y Operaciones (30%).
Las prácticas éticas más comunes en las empresas son las siguientes: Canal formal para reportar malas prácticas o dudas éticas, 74%; Código de ética o conducta, 71%; Persona o equipo responsable del tema ético, 66%; Programa de formación ética, 50%; Comité de ética, 50%; Credo Corporativo, 36%; y Código de buen gobierno corporativo, 33%.
En particular, el programa de formación ética se dirige sobre todo a los colaboradores (51%).
El seguimiento de las prácticas existentes recae como responsabilidad de Recursos Humanos (56%) y sobre el Gerente General o Director Ejecutivo (54%). Solo en el 16% de los casos el Comité de Ética tiene responsabilidad en este seguimiento.
La razón más importante por la que se han implantado las prácticas éticas formales es para potenciar determinados valores (63%). También se menciona como razón el desarrollo personal de colaboradores (51%) y el haber vivido situaciones delicadas (35%).
Los impactos positivos más destacados que los gerentes perciben como resultado de las prácticas éticas formales son: mayor enfoque en los valores (61%); mejora de la reputación (53%); reducir situaciones delicadas (45%); y mejora del clima laboral (38%).
Es llamativo y quizás preocupante que del 81% de empresas que afirma que cuenta con prácticas éticas, apenas un 33% cuenta con un código de buen gobierno corporativo, y solo un 50% afirma que cuenta con un comité de ética y con un programa de formación ética. Y en este último punto, ocurre que los programas de formación, cuando existen, se focalizan más en los colaboradores y mandos medios que en la alta gerencia o en el comité de ética.
josemolina@live.com