PRESTO NON TROPPO
En busca de un arte teatral con propuesta
En el contexto actual, y entre sus varias contradicciones, las redes sociales tienen al menos dos efectos. Uno de ellos es facilitar un canal de expresión para muchas personas que no hallan una alternativa que les permita ventilar su frustración ante sucesos en los cuales no tienen posibilidades de incidir. El otro, para esas mismas personas, es proveerles la ilusión de haber hecho algo al respecto, aunque no pasen de evidenciar su necesidad de llamar la atención, de encontrar empatía, de quejarse, de criticar. Aunque todo esto no es forzosamente negativo, se limita al bodrio, la intrascendencia y el conformismo. Poner el grito en el cielo, hacer señalamientos, inclusive llamar a la acción, pero… sin iniciativas realizables, no contribuye mayor cosa a modificar aquello que no nos parece o que supuestamente nos perturba.
Es ahí donde se cumple una sabia amonestación: no hay mejor crítica que la propuesta. Sin necesidad de entrar en comparaciones que, las más de las veces, se reducen a un amontonamiento de palabras, hay quienes proponen y demuestran con hechos concretos lo que en tantos otros se queda en teoría y en elucubración nada más. Uno de esos realizadores ha sido objeto de comentario en esta columna, hace pocos meses y, ahora, merece volver a figurar, porque no se rinde ante un desánimo penosamente extendido en el medio. Por el contrario, derrota a la dejadez que campea en el ámbito de las artes y lo hace con bríos renovados. Me refiero al director teatral, productor y escenógrafo guatemalteco Joam Solo, quien regresa con “El Cuarto de Verónica”, ahora en la quinta de las temporadas que lleva presentando esta singular obra de teatro durante los dos decenios que han transcurrido desde que la estrenó en nuestro país. Más aún, con esta nueva puesta en escena se inicia el proyecto de desplegar tres producciones diferentes en este 2018. La puesta inicial comprende cinco funciones, a partir de este último sábado de enero y todos los sábados de febrero. La segunda obra, diferente, tendrá verificativo en los meses de mayo y junio. La tercera, distinta también, va en noviembre.
Para los espectadores, estos montajes representan la oportunidad de vivir la experiencia teatral del suspenso y del misterio en el escenario. Hablamos de la garantía de calidad que ofrecen los actores Jorge Hernández Vielman, Mónica Sarmientos, Daphnne Aldana y Julio Daniel de León. Hablamos también de un maquillaje y efectos especiales a cargo del maestro Fernando Gálvez, así como la dirección del maestro Joam Solo, en un espacio que se ha convertido en sinónimo de producciones vanguardistas, mucho más allá de la comedia de ocurrencias y de distraer al público con argumentos de fácil digestión. Esto es, en otras palabras, demostrar que en Guatemala se pueden crear espectáculos artísticos inteligentes, que retan a las emociones de las personas y que son capaces de hacer una propuesta sustantiva, justamente cuando continúan colapsando las instancias estatales, ante la cómplice pasividad de las instituciones privadas. Este es de esos momentos que dan lugar a más momentos; momentos dentro de la disciplina escénica en particular, pero que debieran ampliarse a todas las manifestaciones sociales. Volviendo a lo que decíamos al principio, la recomendación es para quienes quieran rebasar el bodrio, la intrascendencia y el conformismo. El lugar es Solo Teatro, en Avenida Las Américas 7-20 zona 13, Centro Comercial Real América. Las fechas son 27 de enero, así como 3, 10, 17 y 24 de febrero, siempre a las 20:30 horas. La admisión es de Q100. Hay estacionamiento en el centro comercial y cerca del mismo.
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