REGISTRO AKÁSICO

El turismo es más que la ley del Inguat

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Viajar por placer, es el goce de lo diferente. Descubrir costumbres ignoradas. Conocer a gente con otro comportamiento. Adaptarse a modos de vida y regulaciones especiales. Acceder a conocimientos, situaciones y vivencias, donde crece la comprensión de lo humano. Es una amplificación de lo cotidiano, a lo extraordinario.

En EE. UU. se inventó el alojamiento total, el resort. Una diversión como un campo de golf, lagos para canotaje, juegos para niños etc. acompañado de alojamiento, bebida y comida. Se garantiza el descanso. Existen habitaciones con cocinetas y refrigeradores. En nuestro país, la inversión privada por el Irtra construyó esas facilidades.

En general, los albergues incluyen una atracción, tal como una vista de montañas, el mar u otro deleite. ¿Qué apoyo se ha ofrecido para ello? Existen cientos de covachas sin servicios. Un plan debiera considerar contar con restaurantes en todas las cabeceras municipales, miradores y playas, promovidos con fondos sociales.

El turismo rural otorga créditos para remodelar casas y asesora para la adquisición de posadas con servicios de vida moderna. Se trata de una inversión donde no se considera el retorno total. En el siglo XVIII se inició el turismo de salud, alejado de consideraciones religiosas. Los baños termales, las aguas medicinales, fueron destinos ampliamente solicitados. El dictador Ubico propició a los pocos existentes. Casi no hay instalaciones modernas. Debiera subsidiarse a las municipalidades, para promover un balneario por municipio.

Las ciudades sirven para paseos, donde se busca exquisitez. Un restaurante famoso, teatro, museo o el espectáculo nocturno. Los hoteles han sido clasificados con estrellas, lo que implica precio. Aquí el gobierno debe ofrecer seguridad pública. La inversión privada debe ser protegida. El capital monopólico invierte en grandes hoteles para succionar la mayor parte del negocio. Pero el turista avezado busca alojamiento digno, a veces se decide por hostales locales; así se dinamiza la economía.

La noche es propicia para bailes atrevidos y ofertas amorosas. El sexoservicio hizo famosa a Roma y París. La oferta debe alejarse de lo sórdido. También se encuentran los giros negros donde se accede a drogas ilícitas. La autoridad debe mantener bajo control ese desenfreno para que no se generalice el desorden. En el país, no hay zonas de tolerancia; los giros negros se apropian de cuadras en las zonas 9, 10, 14 etc. y hasta localidades turísticas. Todo por la mojigatería pública de la mayoría de funcionarios que se abstienen de mencionar esa situación; pero también callan porque reciben coimas.

La amabilidad, el respeto y la seguridad son apreciados por los extranjeros. Vuelven e invitan a sus paisanos a emprender semejantes periplos. Algunos turistas, de los países nórdicos europeos, viajan para ahorrar. Quedarse en sus residencias, les sale más caro. Viajan a países con nivel de vida inferior al suyo. No compran, solo miran y siguen siendo frugales. No obstante, los hay dadivosos, derrochan en atenciones a sus compañeros de viaje o familia. Promover estancias de largo plazo con trámites migratorios simples, también implica patrocinar condominios para extranjeros, en localidades pintorescas.

Por lo tanto, las propuestas para el ramo no se limitan a la reforma legal del Inguat. Incidir en el turismo para potenciar el desarrollo, significa un programa gubernamental de acciones e inversión. Debemos esperar que en las próximas elecciones haya propuestas concretas en ese sentido y no únicamente iniciativas legales con dudosas intenciones.

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ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.