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El efecto Trump en Guatemala

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A partir del 20 de enero del próximo año, se empezaran a concretar las políticas migratorias que tomará el gobierno de Donald Trump. Si el nuevo presidente norteamericano cumple sus promesas de campaña, el destino de más de un millón de guatemaltecos será incierto y esto nos afectará a todos.

Desde la victoria de Trump, hasta hoy ha habido protestas en 25 ciudades de EU, manifestando el descontento con el presidente electo. Algunos dirigentes, como el alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, aseguran que defenderán a los inmigrantes. Activistas han pedido a las universidades que se conviertan en santuario de estudiantes indocumentados y también han solicitado a Obama que podría otorgar un “perdón presidencial” que proteja a los inmigrantes sin papales. Aunque en dos meses pueden ocurrir muchas cosas y variar los escenarios, hay que prepararse para lo peor.

La situación es preocupante y poco alentadora, porque como podría ser que Trump reconsidere algunas de las medidas para deportar indocumentados, puede ser que mantenga una línea dura y despiadada en este tema. Nuestro país está muy golpeado, y no precisamente por culpa de Donald Trump, sino por la terrible corrupción e ingobernabilidad que existe en este país.

Millones de guatemaltecos han vivido por décadas en condiciones infrahumanas de extrema pobreza y sin oportunidades de desarrollarse dignamente, discriminados y explotados. Por lo que, el único camino que les ha quedado para subsistir y mejorar su calidad de vida es la migración hacia Estados Unidos, donde se fueron buscando el “sueño americano”, que ahora se ha convertido en una pesadilla.

Se estima que en Estados Unidos viven al menos 1.5 millones de guatemaltecos, y tan sólo el 20 % son residentes legales. Imagine usted lo que significaría una expulsión masiva de estas personas que están en riesgo de ser deportados.

El retorno de los migrantes agravaría aún más la situación de miseria y desempleo de Guatemala, porque las remesas alivian la pobreza de muchas familias y representan un pilar de la economía guatemalteca, estas, se han convertido en un fenómeno socioeconómico sustancial y el ingreso de divisas del país. No recibirlas sería un golpe fuertísimo para la economía nacional.

Otro factor, es que el porcentaje de desempleo aumentaría sustancialmente por el regreso de miles de personas sin trabajos disponibles para ellas y esto podría provocar que algunos de los deportados busquen adherirse al crimen organizado y narcotráfico para sobrevivir, lo que generaría aún más violencia de la que ya existe.

Por esta razón es urgente que el presidente Jimmy Morales se tome en serio la situación y prepare un plan de contingencia para apoyar integralmente a las personas que serán deportadas. En México ya se han tomado medidas concretas para la atención del migrante en EU, además se está coordinando la creación de albergues, fuentes de trabajo y apoyo para los deportados. Peña Nieto se sentará en la mesa de dialogo con altos funcionarios estadounidenses para discutir el tema y negociar.

Pareciera que Jimmy Morales, no está informado, no ve las noticias internacionales y si las mira, no las entiende. Proyecta no tener ni idea de lo que ya está ocurriendo en EU y el efecto que tendrá en Guatemala.

A estas horas ya debería de tener un plan de acción y haber formado un equipo de crisis, con soluciones concretas e inteligentes, porque el Estado de Guatemala, a través de su presidente, tiene la “obligación” de acompañar a nuestros compatriotas en estos momentos de angustia, incertidumbre y desesperación que están viviendo.

Imagen_es_percepcion@yahoo.com

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.