LIBERAL SIN NEO
El concurso de belleza para el MP
A toda persona que tenga interés en la economía y los problemas sociales le recomiendo que lea y estudie La Acción Humana: Un Tratado de Economía, de Ludwig von Mises. Es más, quien tome en serio sus deberes cívicos, le convendría leer este libro y darle una repasada antes de emitir su voto en procesos electorales. Quien lo estudie con esmero sabrá más de economía que muchos economistas.
En el capítulo dos de La Acción Humana, entre varios temas, Mises expone el principio del singularismo metodológico. Este señala que el acto de escoger siempre es una decisión entre las varias oportunidades abiertas al individuo que escoge y no entre clases o categorías. El individuo nunca escoge entre la virtud y el vicio, sino solo entre dos modos de acción que llamamos vicio o virtud. Si una mujer dice tener gusto por los hombres altos, está claro que nunca escogerá entre todos los hombres altos; tendrá que escoger entre los que conoce y están atentos a sus encantos.
Ya está completa la nómina de candidatos a Fiscal General y ha dado inicio el concurso de belleza. Los miembros de la Comisión de Postulación escogerán a seis finalistas y el Presidente nombrará a uno de ellos como Fiscal General. Los comisionados no podrán seleccionar al candidato “ideal”, tendrán que escoger de la lista de 39 que están en el concurso. Quizás el candidato ideal existe, pero no se encuentra en esta lista.
En la lista de aspirantes a jefe del MP hay 24 hombres y 15 mujeres, no hay paridad y creo que no hay xincas ni garífunas; situación que abre la puerta para que las ONG, la industria de la propuesta, solicite amparo a la CC para anular el proceso, si este no da el resultado que quieren. El 90%, 35, son o han sido funcionarios públicos; de los que al menos 11 laboran o han laborado en el Ministerio Público. Varios son o han sido jueces o magistrados. Solamente cuatro de los aspirantes no han laborado para el gobierno, aunque no tengo información completa para asegurarlo. No están en la lista algunos que se esperaba participaran, como Fernando Linares, a quien las ONG le hubieran hecho guerra total, ni el exministro Francisco Rivas, quien se supone habría sido uno de sus favoritos.
Al no poder pasar por todos los nombres, menciono a algunos. Roberto Molina, presidente de la CC en dos ocasiones y ex PGN; Rafael Rojas y Delia Dávila, magistrados de la CSJ, y María Consuelo Porras, magistrada suplente de la CC. El expresidente de la CSJ Érick Alvarez, que tiene esqueletos en el armario. El juez Miguel Ángel Gálvez tiene mucha simpatía en algunos círculos. No podría faltar Acisclo Valladares, que ha estado en todo, siempre cae parado y ahora gasta barba de sabio. Algunos consideran que Mayra Véliz está entre los ungidos por Thelma e Iván, y a Óscar Shaad no lo veo. Patricia de Chea es esposa del ministro de Cultura y Deportes; no hay que subestimar su capacidad de maniobra política.
Hay muy buenos abogados litigantes en Guatemala que harían un excelente papel en este oficio; solo se puede escoger entre los que están en la lista. Es demasiado pedir que el proceso no tome giro político y mediático; hay muchos intereses y surgirán las etiquetas simplistas de “a favor de la corrupción” y “en contra de la corrupción”. Hay pesos pesados en el ejercicio, como la Embajada de Estados Unidos, los “países amigos”, la Cicig, el MP, las ONG y, por supuesto, el presidente Jimmy Morales, a quien le toca la selección final. Los candidatos tendrán que superar muchas pruebas y desafíos en los próximos tres meses. Ojalá no tengan que desfilar en traje de baño, pero no extrañaría.
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