EDITORIAL
México hace historia y ahora comienza otra
México es el quinto mayor destino de exportaciones guatemaltecas.
Desde la campaña presidencial mexicana se sabía que este país vecino y hermano tendría por primera vez en sus dos siglos de vida a una mujer al frente del Gobierno, hecho que se concretó este 1 de octubre, al rendir protesta la presidenta Claudia Sheinbaum, correligionaria del ahora exmandatario Andrés Manuel López Obrador, del partido Morena. Muchas han sido las invectivas, hipótesis y conclusiones anticipadas acerca del estilo de gobierno de Sheinbaum, quien ya hizo historia, pero ahora comienza la de su sexenio.
Las altas cifras de violencia delictiva, el desplazamiento mortífero del narcotráfico al sur de México, un alto déficit presupuestario y continuar varias reformas que López dejó pendientes figuran entre sus desafíos. A su favor juega el amplio margen con el cual ganó: 60% de los votos, en consonancia con una mayoría absoluta en el Congreso, lo cual le permitirá prescindir de cualquier negociación con la oposición, de la que forman parte los otrora partidos oficiales PRI y PAN. Este margen de maniobra es muy valioso, denota alta expectativa ciudadana y por eso se torna en un grave reto.
El hecho de ser mujer no hace por sí mismo una buena o mala presidencia en cualquier país, sino las acciones y los resultados, dicho sea con todo respeto y equidad. En todo caso, su liderazgo, capacidades académicas y logros de gestión en otros cargos le preceden. “No llego sola, llegamos todas”, expresó la presidenta de México, de 62 años de edad, en su discurso ya con la banda tricolor que le impuso la nonagenaria líder feminista Ifigenia Martínez, lo cual también entraña un detalle inédito. “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe, y a partir de hoy, por voluntad del pueblo, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. No les voy a defraudar”, expuso.
Es interesante la integración del gabinete de gobierno, con varios secretarios heredados del período López, algunos excolaboradores del gobierno de Ciudad de México y también neófitos en el ámbito de la administración pública pero con prestigio académico y científico. Así también figuran algunos perfiles jóvenes; por ejemplo, en la Secretaría de Turismo, uno de los principales rubros de ingresos para el país. Es esperanzador ver funcionarios con alto perfil profesional, pero son los resultados los que hablarán.
México es el quinto mayor destino de exportaciones guatemaltecas. Su proximidad física es un hecho logístico que no se puede
soslayar. A la vez, múltiples empresas mexicanas, de diversos rubros, han invertido en Guatemala, por lo que se trata de una relación comercial que se debe ampliar. Esa misma proximidad, y una frontera de casi mil kilómetros, la convierten en causa del paso de decenas de miles de migrantes de todas nacionalidades, en busca de territorio de los Estados Unidos de América. Las medidas de asilo tomadas por el gobierno de Joe Biden han convertido a México en sala de espera, no solo en estados fronterizos con EE. UU., sino también en el vecino Chiapas.
Esta colindancia, con múltiples pasos ciegos, escasos niveles de desarrollo y alta ausencia del Estado, fue caldo de cultivo de la actual disputa de rutas de trasiego por carteles del narco. Por eso se necesitará una fuerte coordinación con el nuevo encargado de Seguridad, Omar García Harfuch, expolicía y exjefe de investigaciones en Ciudad de México cuando Sheinbaum fue jefa de Gobierno. García logró abatir cifras delictivas y sobrevivió a un ataque armado en 2020, el cual atribuyó a un cartel del narco y claramente denota el temor y aversión que infunde entre esas bandas. Solo resta desear éxitos a los hermanos mexicanos en esta nueva historia de seis años.
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