EDITORIAL
Guatemala unida puede superar esta prueba
Apertrecharse de unos cuantos abarrotes de manera arrebatada no es una medida inteligente ni responsable, ni siquiera necesaria, ante la confirmación del primer caso de covid-19 en el país, puesto que tal acción impulsiva puede llegar a ocasionar un efecto colectivo y a la vez desencadenar una psicosis que sería totalmente inútil, contraproducente e incluso peligrosa, por lo cual el primer llamado a cada ciudadano es: mantener una actitud de serenidad, prudencia y amor al prójimo, valores que forman parte de los principios cristianos que profesa la gran mayoría de guatemaltecos y que deben traducirse en actitudes concretas.
Las medidas preventivas como el lavado de manos con jabón, los cuidados al toser o estornudar, evitar el contacto de manos o la limpieza constante de superficies en el hogar, centros de estudio y trabajo son acciones que representan variantes en la vida cotidiana, pero es necesario recordar que similares prevenciones fueron necesarias en anteriores épocas, como ocurrió en 1991, con el cólera morbus. Por otra parte, existen males endémicos en el país —dengue, zika y la propia neumonía tradicional—, sin que su existencia precise del acaparamiento personal de víveres o medicamentos.
Los guatemaltecos deben mantener al máximo posible la normalidad de sus hábitos, incluyendo los de consumo, puesto que acudir a barrer estantes va en detrimento de otras personas y solo exhibe un egoísmo injustificado. El sector industrial y comercial organizado del país ha garantizado el abastecimiento de productos alimenticios, desinfectantes y de limpieza; la Dirección de Atención al Consumidor vigila que no haya carestía o acaparamiento de productos, y ello debe generar confianza.
Por ello fue especialmente importante el llamado a la calma que hizo anoche el presidente Alejandro Giammattei para detallar el itinerario del paciente guatemalteco que actualmente se encuentra en aislamiento en el hospital de Villa Nueva, anunciar la ampliación de la prohibición de ingreso de extranjeros y explicar las medidas de cuarentena en casa a las que serán sometidos a partir del lunes los connacionales provenientes de Estados Unidos y Canadá.
La presencia del representante de la Organización Mundial de la Salud durante dicha alocución fue especialmente significativa, pues implica un respaldo y una correlación para las acciones vigentes y futuras del Ministerio de Salud. Si bien algunas de estas medidas pueden representar incomodidades, molestias o incluso costos logísticos, es necesario reconocer que estas no han sido fáciles de tomar y deben ser acatadas en favor del bien común.
No quedaron prohibidas actividades deportivas o religiosas, lo cual genera un margen de confianza y representa un atenuante para la tensión ciudadana, la cual es natural pero debe ser controlada racionalmente. Cabe recordar que el jueves último el papa Francisco invitó a orar por todas las personas impactadas por el covid-19, pero también por las autoridades nacionales, para que tengan la capacidad de emitir y ejecutar las directrices que sean necesarias. Finalmente cabe resaltar el creciente número de pacientes recuperados: más de 70 mil hasta anoche, prácticamente la mitad de los casos confirmados en todo el mundo. Esto debe ser un indicio de esperanza en que la curva de contagios puede ser reducida y ese es precisamente el reto que debe unir a todos los guatemaltecos.