ECONOMÍA PARA TODOS
Diplomacia de las cañoneras
Con motivo del bicentenario de la Independencia de Guatemala 1821-2021 se examina la historia de la Deuda Externa de Guatemala contratada después de los acontecimientos del 15 de septiembre de 1821.
Recibí y acepté una invitación de la Unidad de Soberanía y Dominio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, para darles una conferencia, el martes 6 de noviembre 2018, sobre la Deuda Inglesa de Guatemala, que se gestó en 1824 y se canceló en 1968, 144 años después.
Entregué a los asistentes la investigación que realicé, titulada Deuda Inglesa de Guatemala, 1824-1968, así como las ilustraciones presentadas en pantalla. Esta historia es muy larga y sumamente interesante. Puede, si se desea, verse en video la conferencia que impartí en la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, cuando se presentó el tema completo por primera vez.
He conocido este tema cuando en 1966 fue tratado en el Banco de Guatemala y me desempeñaba como secretario del Consejo Técnico, que era el que conocía todos los estudios y los presentaba a la Junta Monetaria. Fui observador del proceso final de cancelación de la deuda.
En 1990 recibí invitación del Dr. Alberto Herrarte, quien había sido asesor jurídico del Banco de Guatemala y ministro de Relaciones Exteriores, para escribir el tema de la Deuda Externa de Guatemala del siglo XIX, en la monumental y conocida Historia General de Guatemala.
Más adelante hice el estudio completo de la Deuda Inglesa, principalmente porque la generación que vivió en la década de 1940 consideraba que el presidente Jorge Ubico había ordenado cancelarla totalmente. Sin embargo, se amortizó el 75% de la deuda. El presidente Juan José Arévalo decidió que se borrara del Pasivo del Balance General de la Nación dicha deuda, debido a que ese 25% que poseían los tenedores de bonos no se habían presentado al cobro.
En el siglo XIX y una parte del siglo XX el Reino Unido respaldó a los tenedores de bonos británicos, apoyándolos diplomáticamente e incluso bombardeando algunos puertos y ciudades de naciones de América Latina que no amortizaban la deuda. Fue la diplomacia de las cañoneras.
En 1842, rota de hecho y de derecho la Federación de Centroamérica —que fue quien contrató la deuda—, los acreedores solicitaron la intervención oficial del gobierno inglés. Guatemala otorgó la garantía de las obligaciones de El Salvador y de Nicaragua, para evitar el bloqueo ya iniciado en el Puerto de San Juan del Norte, Nicaragua. Guatemala aceptó las liquidaciones presentadas por los ingleses e incluso suscribió obligaciones mayores que las que le correspondían. Después de la muerte del expresidente de la Federación Francisco Morazán, en septiembre de 1842, Guatemala optó por una posición negociadora, sin presiones, para tratar de llegar a un arreglo entre cada Estado, ya independiente, que cubriera la parte que le correspondía a cada uno.
El cónsul británico Frederick Chatfield, que había llegado a Centroamérica en 1834, en 1847 obtuvo la representación de los tenedores de bonos, y los poderes de la Casa Reid, Irving y Cía. Se presentó al ministerio de Relaciones Exteriores en su doble calidad de cónsul y representante de los tenedores de bonos, con el objeto de reclamar la deuda a favor de esa Casa, que era una deuda privada y no una deuda entre naciones.
A principios del siglo XX, y en 1958, la Gran Bretaña presionó diplomática y económicamente para que se cancelara la deuda, lo que finalmente se hizo en 1968.
josemolina@live.com