Condena a terroristas

La responsabilidad de cualquier Estado es proteger a las personas de un daño real e inminente y no la de protegernos de una ofensa.
La libertad de expresión y su corolario, la libertad de prensa, son un pilar fundamental en un sistema democrático y no puede haber ninguna excusa para limitar arbitrariamente y mucho menos  permitir el miedo, la intimidación y la violencia como forma de  silenciarlos. Este derecho no podrá tener limitaciones más allá de las reconocidas en las normas y doctrina  de derechos humanos.

De igual forma,  la libertad de religión es el derecho de creer, aceptar y celebrar cualquier fe religiosa o ninguna, sin que esto provoque discriminación, hostilidad o violencia de ninguna naturaleza que nos inhiba su práctica.  También debe entenderse  que tampoco puede, en sentido contrario, utilizarse una creencia religiosa para ser impuesta por el Estado o ningún sector de poder sobre los demás.  

Hay estados que por razones históricas de su pueblo pueden identificarse con alguna religión, pero esto en ningún momento puede convertirse en una imposición  sobre las personas en su territorio.  En este sentido,  también cabe expresar nuestra más profunda condena a la ejecución masiva  que realizaran facciones pertenecientes al “Estado Islámico” contra los cristianos coptos de Egipto que huyeron hacia Libia.

En Guatemala debemos preocuparnos profundamente, pues además de haber permitido que la democracia se deteriorara en lo institucional, especialmente en la justicia, en la seguridad ciudadana,  en la participación ciudadana y en el nivel de vida de la población, permitiendo el avance de la pobreza, la corrupción y el crimen organizado, hoy, adicionalmente, hemos permitido que se manipule el debate público a través de formas de intimidación y acoso verbal, que se amenace a periodistas y se limite la libertad de prensa, con lo que se está generando un verdadero ambiente de temor y censura que deteriora aún más el ejercicio de la libertad de expresión y el ejercicio democrático de la ciudadanía.

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