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Zaculeu y las ruinas mayas en Huehuetenango
El libro Guatemala La Suiza Tropical de 1931, del editor J. Bascom Jones, da una explicación sobre el mundo indígena en Huehuetenango, las ruinas mayas y la agricultura. Dice lo siguiente:
Los pinos y cipreses de estos sitios son igualmente venerables… Los líquenes y los musgos más variados cambian los troncos y las rocas; una hierba rica ofrece a los ganados excelente pastura, y delgado hilo de agua fluye entre los peñascos o se estanca en las quebradas y en las hoyas.
En diciembre cae la nieve en abundancia; en las frías madrugadas la escarcha se funde a los rayos solares, con rubor indefinible, como tenues cristales destrozados entre las ramas de los árboles.
Las tribus mames de esta región tuvieron su capital en Chinabajul, declarado por Brasseur de Bourbourg, como importante entre las ciudades que aquí hallaron los españoles. La ciudad opulenta y extensa se encontraba en las extensas llanuras que se admiran al pie de los Cuchumatanes, y en ella tenían su residencia los reyes mames. Puede juzgarse de su importancia por las imponentes ruinas de la gran fortaleza de Zaculeu, todavía en pie.
Los quichés, cuyos pendones llevó hasta aquí el gran Quikap, Alejandro, nativo que soñó quizás con la monarquía universal, dieron a Chinabajul el nombre de Zaculeu (Tierra Blanca), que todavía conserva las ruinas de la fortaleza.
El nombre de Huehuetenango le fue dado a la ciudad por los mexicanos que corrompieron y alteraron la mayor parte de los nombres indígenas que prevalecían antes de la conquista española. Los indios tlascaltecas que acompañaban a los conquistadores aprovechando la superioridad que les daba su amistad con los europeos impusieron a los pueblos, entre otras cargas, la de valerse de la lengua por lo menos en cuanto a las denominaciones geográficas. A Chinabajul tuvieron el capricho de llamarle Vevetenango, que puede descomponerse así: Veve-tenan-go, “En la muralla o pueblo del viejo de las raíces naoas co, en tenan o tenamit, muralla o pueblo viejo. Una traducción corriente llama a Huehuetenango Ciudad de Los Viejos”.
La viña fue años atrás una planta favorita de los habitantes, la uva que aquí se produce es de superior calidad.
' Los mames tuvieron su capital en Chinabajul. Las ruinas de Zaculeu, todavía en pie y restauradas.
José Molina Calderón
Se han señalado en el radio del municipio y en todo el departamento ricas minas de plomo, plata y cobre. El reino vegetal está representado por buenas maderas de construcción, plantas tánicas, encino, roble, aliso, resinosas y medicinales.
En las montañas del norte se han localizado muchos parajes históricos donde se encuentran vestigios de ruinas mayas y toltecas de origen arcaico. En el municipio de San Mateo Ixtatán, en un paraje llamado Yalambojoch, hay monumentos que a pesar de estar abandonados entre las selvas se conservan en perfectos detalles. A corta distancia, la ciudad de Huehuetenango hacia el N.O. quedan situadas las famosas ruinas de Zaculeu. En el municipio de Aguacatán quedan también las ruinas de Chalchitán y Xolchún, donde se han hecho algunos trabajos de exploración y descombro, encontrándose algunas tumbas que fueron excavadas, obteniéndose valiosas vasijas, monolitos y hasta unas piezas que resultaron ser de oro.
La ciudad con sus torres, sus calles y casas en forma de tablero de ajedrez, regulares y simétricas, sus jardines, bosques y alamedas, goza de un delicioso clima…
Tiene el departamento de Huehuetenango ricas e inexplotadas zonas agrícolas como la de Barillas, con un puerto fluvial en el río San Ramón. La zona de Trapichillo y otras más son de gran importancia, especialmente para la crianza de ganado vacuno, caballar y mular.