Vilma de Sosa, pionera del Centro Histórico
La relación creció junto a colegas y amigos apasionados por robustecer nuestra identidad cultural.
Corría el segundo semestre de 1978, estrenándome como conservador de la Ciudad, con el Consejo Protector de la Antigua Guatemala, integrado por miembros fundadores y jóvenes profesionales dispuestos a hacer valer la ley protectora, aún en crisis por los daños de los terremotos del 4 y 6 Feb1976. El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) lo dirigían Álvaro Arzú y Vilma Brol de Sosa.
Mediante nota, la subdirectora ofreció colaborar en el rescate de la ciudad. Hizo notar la ausencia de esa institución para el desarrollo de la entonces llamada “industria sin chimeneas”, en la configuración del Consejo. Para los miembros fundadores, De Sosa no era desconocida. Había fundado Panorama Guatemala Cultural, primera agencia de viajes culturales del país; integraba el Instituto de Arte Colonial y la Asociación Tikal, y era fundadora del Museo Ixchel del Traje Indígena. Credenciales que neutralizaron la reacción de sinsabor de los demás. Me dieron instrucciones de entrevistarme con ella, agradecer su interés y apoyo e indicar cómo está integrado el Consejo, según la ley protectora.
Fue así como conocí a Vilma. De inmediato nos entendimos y acordamos trabajar en proyectos en beneficio de la Antigua Guatemala y del país. Inguat preparó un bello documental sobre la riqueza artesanal de la Semana Santa en torno a la iglesia La Merced, dirigido y filmado por Rolando Urrutia. Financió la restauración del tanque La Unión destruido en un 50%; portones de reja para varias ruinas conservadas y el empedrado del atrio de San Francisco. Su formación en historia, historia del arte, antropología y literatura, más su capacidad de gestión, dinamismo y habilidad para hacer realidad sus propósitos le permitieron en 1981-82, como directora de Inguat, crear la Comisión para la Conservación del Patrimonio Cultural (Copacu), cuyo resultado vimos años después.
De inmediato nos entendimos y acordamos trabajar en proyectos en beneficio de La Antigua Guatemala y del país.
Con el tiempo, la relación creció junto a colegas y amigos apasionados por nuestra identidad cultural.
En 1985, el alcalde Álvaro Arzú la nombró jefe el Departamento de Educación y Cultura; desde donde coordinó la restauración de las bancas de la Plaza España. En 1987 propusimos un primer intento de recuperación urbana: el eje Plaza del Ferrocarril-Plaza del Sagrario, a lo largo de la 9ª avenida; intento fallido. Su participación en el simposio sobre Conservación de Cascos Históricos de las Ciudades Capitales de Iberoamérica, Madrid 1989, la motivó para retomar aquella iniciativa que vimos concretarse durante la administración municipal de Óscar Berger. En 1993 fueron creados el Consejo Consultivo para la Conservación del Centro Histórico, grupo asesor del alcalde y del Concejo Municipal; el Departamento del Centro Histórico, dependencia de la Dirección de Urbanismo de la comuna para preservar sus valores urbanos, arquitectónicos, artísticos y culturales, y mediante convenios interinstitucionales con la Universidad de San Carlos, el Instituto Guatemalteco de Turismo y el Ministerio de Cultura y Deportes: Rena-Centro, entidad de apoyo a aquel esfuerzo que fungió como Consejo Consultivo.
Entre 1993 y 2002, ambos presidimos esa importante entidad al servicio de nuestra ciudad natal. Mediante el acuerdo ministerial No. 328-98 se hizo la Declaratoria del Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala y en 2002 la municipalidad aprobó el Reglamento para la Protección y Conservación del Centro Histórico y los Conjuntos Históricos de la Ciudad de Guatemala (Cerrito del Carmen, Estación Central del Ferrocarril, Centro Cívico, Ciudad Vieja y conjunto Montículo Precolombino La Culebra y Acueducto de Pinula).
La gran pionera del Centro Histórico falleció el sábado pasado y por este medio presento mi pesar a su esposo, Dagoberto, y sus cinco hijos.