hagamos la diferencia

Urgencia y oportunidad: un llamado a la acción para el Gobierno

No hay acciones contundentes para marcar realmente una diferencia… Seguiremos igual.

Han transcurrido cinco meses de gobierno, sin que se observen acciones contundentes para enfilar al país hacia el desarrollo. Esto genera la preocupación de que, una vez más, estamos ante un gobierno que no hará nada relevante para nuestra nación. Las elecciones y la transición fueron traumáticas, y el pueblo esperaba acción. Aunque las autoridades han intentado distanciarse de los grupos corruptos que tienen cooptadas la mayoría de las instituciones gubernamentales, las acciones no han sido lo suficientemente contundentes para marcar una diferencia real. En pocas palabras, el Gobierno aún no ha comenzado a trabajar de manera efectiva.

Han transcurrido cinco meses de gobierno, sin que a la fecha se observen acciones contundentes para enfilar al país hacia el desarrollo.

Es imperante que el Gobierno priorice áreas para actuar, y así demostrar que realmente se quiere trabajar por el país, orientando los recursos hacia actividades que impacten y sean de provecho para la población en general. Para ello, se debe convocar de inmediato a un grupo de notables que asesore al presidente. Estas personas deben participar por amor al país, donando algunas horas de su tiempo para el bien de la nación. Bastará con una hora semanal al principio y luego quizás una hora mensual, donde se tomen decisiones claras, previo intercambio de información en forma electrónica. Las reuniones pueden realizarse incluso por videoconferencia, para optimizar el tiempo. Deben ser personas sin intereses políticos, no contratadas por el Gobierno, honestas, con perfil ejecutivo comprobado, orientadas a la acción y con resultados positivos en sus áreas de acción. Se pueden priorizar áreas como infraestructura orientada a la producción y comercialización, educación, seguridad y salud. Con una ruta clara a seguir, se debe encaminar el país con determinación, tal como lo hizo el presidente Nayib Bukele, en El Salvador, en su primer año de gobierno en el tema de seguridad. A pesar de la crítica recibida, los resultados en esa área son evidentes. Cualquiera de estas áreas, una vez mejoradas, beneficiará sus áreas subyacentes, como ha sucedido en el país vecino.

El actuar del presidente ha sido tambaleante, como demostró con el anuncio de operar el aeropuerto La Aurora mediante una alianza público-privada, una decisión aplaudida por varios sectores que luego quedaron decepcionados al indicar que esto podría tardar hasta cinco años en concretarse. Prácticamente, confesó que durante su gestión no ocurrirá nada al respecto. Su tiempo ha sido desperdiciado en actividades irrelevantes, como el desgaste ante la jefa del Ministerio Público, sin que prosperen sus acciones, inauguraciones de obras realizadas en gobiernos anteriores, acercamientos en el plano internacional para mejorar la imagen del país y acciones populistas como los bonos recién anunciados para combatir la pobreza extrema en el departamento de Guatemala y en el área rural, que no han demostrado contribuir a solucionar el problema.

Considero que hay buenas intenciones, pero lamentablemente no se vive solo de buenas intenciones; es necesario actuar. Este gobierno está desperdiciando la oportunidad que tiene para actuar. El apoyo que tenía se está desgranando, como puede evidenciarse en la baja de popularidad en estos pocos meses. Es obvio que no había equipos preparados para trabajar. Por lo tanto, deben hacer convocatorias abiertas, apelando a los buenos guatemaltecos que realmente quieren ver un mejor país. Todo lo que se haga en bien del país será de beneficio para todos y no solo para un pequeño grupo, como ha sucedido hasta la fecha. Son más los buenos guatemaltecos con disposición de hacer bien las cosas; por lo tanto, debe dárseles oportunidad. Mientras tanto, la infraestructura vial sigue deteriorándose, el bono demográfico desperdiciándose, la salud de los guatemaltecos empeorando y los corruptos de siempre felices de seguir indirectamente gobernando este país. Señor presidente, usted puede hacer el cambio, pero no puede quedar bien con todos. Debe quedar bien con el país. Los partos son dolorosos, pero los frutos beneficiosos. Despéguese del círculo que lo rodea, que no le permite ver la realidad. Ya se comprobó que carecen de ideas reales de cambio.

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.