DE MIS NOTAS
Unificación a lo Mierdópolis
En los vericuetos de la “burocracia” ansiosa de controlar todo lo que está a su alcance, la pretensión de crear un superministerio que une cinco diferentes organizaciones o secretarías, como lo son: Instituto Nacional de bosques, INAB; Consejo Nacional de Áreas Protegidas, CONAP; Oficina de Control de Áreas de Reserva del Estado, OCRET; y por si fuera poco; las cuatro autoridades de los lagos de Amatitlán, Atitlán, Petén Itzá e Izabal, con todo y Río Dulce a cuestas; es un golpe bajo, irracional, absurdo, que causa asombro, rabia e indignación.
' La monstruosa ley ha creado un granítico frente de la sociedad civil y el sector privado para oponerse a esta ley.
Alfred Kaltschmitt
La estrategia pretende, sin ningún enfoque técnico o científico, la cooptación dentro del Ministerio de Ambiente, MARN; de instituciones con comprobados indicadores de éxito a nivel local e internacional por su autonomía, enfoque y participación de la sociedad civil.
En pocas palabras: Tira a la basura una de las conquistas más grandes que ha desarrollado Guatemala en la preservación del medio ambiente, con más de 186 reservas naturales comunitarias y privadas; la creación de decenas de miles de empleos con los programas de reforestación como PINFOR y PINFET, los cuales han recuperado unas 185 mil hectáreas a través de plantaciones y sistemas agroforestales y de restauración forestal en más de 65 mil proyectos de incentivos forestales ejecutados en todo el territorio nacional. Todo lo anterior a través del INAB.
En Guatemala es difícil que grupos tan disímiles del sector privado y de la sociedad civil se apoyen y coincidan con oponerse a estas “iniciativas”. Lo expresa claramente el comunicado de la Cámara del Agro de una manera contundente:
“La concentración de poder y funciones administrativas, técnicas y financieras para el control de los recursos, fondos y programas bajo un sólo Ministerio, limitando la participación ciudadana y el acompañamiento técnico y científico, actúa en detrimento de la fiscalización social y de transparencia en el manejo de recursos”.
Un perfecto ejemplo para ilustrar esto: El MARN, en el caso del Lago de Atitlán -un ícono turístico nacional- sólo tiene una iniciativa: PROSANA, (Programa de Saneamiento del Lago Atitlán) con fondos donados del BCIE; no ha hecho nada. Ha cambiado al “coordinador ” del proyecto en 4 ocasiones. Si no fuera por el excelente trabajo de acompañamiento de AMSCLAE, el estudio habría sido un fracaso. Es el único proyecto concreto para generar inversión y revertir la degradación ambiental de la cuenca.
Sin embargo, la desidia acompañada por la gobernación departamental es clara y patente. En la declaración de principios del decreto de marras, se señala que AMSCLAE no ha hecho nada por el Lago, cuando la evidencia apunta claramente a una ineptitud del MARN.
Es evidente que el “paquete” de tres iniciativas de ley apunta a una estrategia burda pero clara: Se acaban las áreas protegidas con la desaparición de CONAP e INAB; y concentra todo el accionar ambiental en un mega ministerio (ya inepto) que ahora desarmará estructuras técnico-científicas y apolíticas, a cambio de contrataciones 029.
Y bueno, que estos son sólo algunos de los gravísimos daños que causaría semejante aberración a la burocracia estatal. Por eso lo he tenido que bautizar como “La unificación a lo Mierdópolis”. Espero no herir susceptibilidades utilizando la palabra excremento, comúnmente llamada caca, o en su acepción de la Real Academia de la Lengua Española, “mierda”, para ilustrarlo. No hay otra manera.
Cuánta razón sigue teniendo Lord Acton: “El poder corrompe y el poder absoluto, corrompe absolutamente”.