FLORESCENCIA
Un futuro muy presente
El crepúsculo del 2023 nos brinda la gran oportunidad de mirar hacia atrás, de agradecer por todo lo que hemos aprendido y crecido. Agradecer por la fortaleza que hemos adquirido a través de los desafíos enfrentados, y por la confianza que hemos construido de nuestros éxitos. Las adversidades y los logros forjan nuestro carácter, y nos preparan para entrar al nuevo año altamente inspirados.
Para vivir un mejor 2024, debemos aprender a aprender y también a desaprender; podemos y debemos reprogramarnos cuando sea necesario, sobre todo porque, si queremos diferentes resultados, debemos actuar diferente. Debemos cultivar aprendizajes tan necesarios como aprender a escuchar, a escucharnos entre familia, comunidad, iglesia, grupos de amigos, compañeros de trabajo, aula de clase, autoridades gubernamentales y, sobre todo, debemos aprender a escucharnos entre guatemaltecos.
Como guatemaltecos necesitamos ir tras una misión común que nos permita integrarnos en una conducta de superación constante, con ética; es decir, valores convertidos en acciones y actitudes correctas. Necesitamos ir tras esa visión de avance, fraternidad y transformación inspirada por las voces que nos hablan desde nuestro interior, desde nuestros genes —las cuales poco a poco se revelan desde el silencio de escuchar.
En otras palabras, debemos aprender a escuchar al llamado de seguir luchando por nuestros sueños. Si este año no emprendiste ese negocio que tanto querías, el 2024 te dará la oportunidad de volverlo a intentar o de finalmente comenzarlo. Si por los desafíos que pasa nuestro país no terminaste el estudio que tanto deseabas, no te desanimes y haz que el 2024 sea la culminación de tu meta de aprendizaje: necesitas lograrla porque vas por más.
' Lo importante no es descifrar el conocimiento que adquiriste en el 2023, sino vivirlo.
Marcos Andrés Antil
Si el trabajo que tenías lo perdiste o te viste con la necesidad de cambiarlo para avanzar, que en el 2024 logres un mejor crecimiento personal y profesional. Para muchos guatemaltecos y guatemaltecas la situación se tornó tan crítica que se vieron en la necesidad de migrar, dejar a sus seres queridos, emprender un camino desconocido y sufrir la lejanía para forjar un mejor futuro. Ánimo, que el método es el mismo aquí y allá: aprender, trazar altas metas y trabajar duro. Habrá momentos verdaderamente difíciles, sí. Pero también de luz. Nunca pares, y sigue adelante, porque en esta vida, nada, absolutamente nada, es imposible.
Puede haber tantos “peros”, muchísimos. La clave está en no quedarse en las excusas, sino en seguir las posibilidades. El castigo de no avanzar, de no intentar, de no darlo todo es el de vivir arrepentido. Pero seguir adelante genera esperanzas, y más de alguna puerta se abrirá para encaminarte a la realización de tus metas. Nunca dejes de creer en ti mismo. Trázate continuar y concluir en 2024 aquello que quedó pendiente. Habrá barreras, nuevas dificultades, pero es únicamente en el presente donde podemos y debemos actuar y seguir adelante.
Si lo das todo, avanzas. Si lo intentas, aprendes. Si no salieron las cosas como esperabas, reflexiona, y vuelve a intentarlo. Recuerda siempre que en el estudio, en el trabajo, en el emprendimiento, debes darlo todo, por una sencilla razón: tienes un gran sueño, crees en él y nadie más va a construirlo con la misma convicción, energía y originalidad que tú le puedes dar.
Recuerda que lo importante no es descifrar el conocimiento que adquiriste en este 2023, sino vivir ese conocimiento desde ahora.