Construyendo ideas

Un futuro de oportunidades

¡Todas nuestras acciones cuentan!

Nuestros niños son el futuro de nuestro país, pero enfrentan desafíos que a menudo parecen abrumadores. Sin embargo, es en esos desafíos donde encontramos la oportunidad para inspirar, motivar y transformar.

¿Quiénes se suman?

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2023 (Encovi), en Guatemala “la población de 0 a 17 años en su mayoría se encuentra en condición de pobreza no extrema, representando el 44.1% respecto de la población comprendida en ese rango de edad. Se observa que la pobreza extrema afecta en mayor proporción a la población de 0 a 17 años, específicamente, el 20.7% de la población no logra cubrir el mínimo de consumo calórico”.  Es decir, más del 64% de nuestra niñez vive en pobreza.

Estas condiciones de pobreza se traducen en que muchos niños no tienen acceso a una educación de calidad, a la atención médica necesaria, y mucho menos a una nutrición adecuada. La desnutrición crónica afecta a más del 40% de los niños menores de 5 años. Este es un problema que no solo limita su desarrollo físico, sino también su capacidad para aprender y soñar.

Además de estas condiciones que limitan el progreso físico también existen aquellas que menoscaban el progreso intelectual y también emocional. La violencia es otra dura realidad que enfrentan nuestros niños. Muchos crecen en entornos donde la inseguridad y el miedo son parte del día a día.

Pero hoy, quiero que veamos más allá de la adversidad. Quiero que comprendamos que cada uno de estos desafíos también representa una oportunidad. Pero para alcanzarla, es necesario que todos tomemos acción.

Cada vez que un niño supera una barrera, ya sea en su educación, en su salud o en su entorno, está demostrando una resiliencia admirable. Cada historia de superación es un testimonio de que, a pesar de las circunstancias, nuestros niños tienen el potencial de brillar. Podría apostar que cada uno de nosotros podríamos citar a héroes guatemaltecos que, a pesar de las dificultades y carencias que afrontaron en su niñez, hoy brillan en diversas áreas.

Un claro y motivador ejemplo es Adriana Ruano. Con una resiliencia impresionante, Adriana emprendió un camino en una nueva disciplina después de sufrir una lesión y tener que abandonar una carrera de gimnasta que había cultivado durante años. El fruto de su capacidad por superar las dificultades, lo celebró con una medalla de oro.

Es esencial que, como sociedad, nos unamos para crear un ambiente propicio para que nuestros niños prosperen. Necesitamos ser defensores de sus derechos, educadores y mentores. Necesitamos ofrecerles las herramientas para que puedan transformar sus vidas y las de sus comunidades.

También es esencial que promovamos espacios para la participación activa de los niños en la toma de decisiones sobre temas que les afectan, fomentando su empoderamiento y liderazgo. Imaginen cuánta transformación desde dentro se provocaría en la sociedad si sumamos esfuerzos para abrir más y más espacios en los que la niñez sea la protagonista.

¡Podemos hacer tanto!: iniciativas comunitarias, programas de educación, salud y apoyo emocional son pasos fundamentales hacia un cambio positivo. Cada uno de nosotros puede hacer una diferencia. Podemos sumar ya sea a través del voluntariado, con donaciones o simplemente apoyando a un niño en nuestra comunidad.

¡Todas nuestras acciones cuentan!

Nuestros niños son la esperanza de Guatemala. Si invertimos en su futuro, estamos invirtiendo en el futuro de nuestro país. Cada niño que aprende, que sueña y que se esfuerza por alcanzar sus metas es un paso más hacia una Guatemala más fuerte y más próspera.

¿Quiénes se suman?

ESCRITO POR:

Pedro Cruz

Ingeniero Industrial y magíster en Mercadeo Global Analista político. Emprendedor de iniciativas para el desarrollo de Guatemala

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