Regresaron ya este año los eventos masivos. Este fin de semana arrancó el Mundial desde Catar y el turismo a nivel global parece ya estar recuperándose luego de la pandemia del covid-19. Según la Organización Mundial del Turismo, “el turismo internacional siguió mostrando un sólido desempeño hasta julio de 2022, con llegadas que alcanzaron el 57% de los niveles previos a la pandemia en los primeros siete meses de 2022. Las llegadas de turistas internacionales casi se triplicaron (+172%) en enero-julio de 2022 en comparación con el mismo período de 2021”.

En el caso de Guatemala, con datos a septiembre 2022 del Instituto Guatemalteco de Turismo, el número de turistas que ingresaron al país alcanzó ya el 79.92% de los números reportados al 2019. Por lo que, con esta tendencia, se espera que ya el próximo año puedan superarse los números obtenidos antes de pandemia. Respeto a las divisas recibidas por turismo, según el Banco de Guatemala, se han acumulado a septiembre de este año US$155.36 millones, que representan todavía el 78.14% de los ingresos recibidos en el 2019 a esa fecha.

Para poder seguir aumentando el turismo en Guatemala y fortalecer sus capacidades turísticas debe mejorar su competitividad turística. Según el Índice de Desarrollo de Turismo y Viajes, nuestro país se encuentra en la posición 97 de 117 países analizados, con una evaluación de 3.3 sobre 7. Por lo que tenemos que seguir avanzando en cuatro grandes rubros: seguridad física y jurídica, infraestructura terrestre y portuaria, sostenibilidad medioambiental y mercado laboral.

Las instituciones de turismo están haciendo un muy buen trabajo en promover al país a nivel internacional con campañas de imagen y mercadeo que van acorde al presupuesto planteado. Por supuesto que podría invertirse menos en recursos humanos y salarios y utilizar más de esos recursos en promoción turística, pero todos sabemos lo complejo que es el tema sindical.

Por ello, hay ciertas prioridades que como país se pueden trabajar. Mejorar la seguridad del país implica no solo reducir la tasa de homicidios, que actualmente se encuentra en 17.3 homicidios por cada 100,000 habitantes, sino también las extorsiones, que han aumentado en el último año, a una tasa de 81.5 por cada 100,000 habitantes y generar mejores mecanismos para proteger la capacidad de movilidad en el país (recientemente los bloqueos en carreteras han generado complicaciones ha algunos turistas que han tenido que caminar para llegar a sus destinos).

En materia de infraestructura, claramente mejorar la infraestructura vial debe ser una prioridad, no solo aprovechando el incremento que se realizó al presupuesto del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda este año, sino generando los cambios necesarios en la legislación guatemalteca, que permita mejorar la infraestructura vial. La ley de infraestructura vial, por ejemplo, que podría aumentar la inversión en carreteras de 211 kilómetros anuales a 2,000 kilómetros anuales nuevos en carreteras, sigue estancada sin llegar a tercer debate en el Congreso.

En materia de sostenibilidad medioambiental, Guatemala tiene una gran oportunidad para invertir en mayor tecnología para mejorar la calidad del agua y recuperar gran parte de nuestros ríos y lagos, así como fomentar mejores procesos hacia la inversión municipal en tratamiento de aguas residuales. Por último, el mercado laboral, seguir apostándole a la educación secundaria y mantener ese diálogo público-privado para fortalecer las capacidades de formación técnica, son vitales para seguir avanzando.