Rincón de Petul
Trump no es para aletargarse
Como se miran las cosas, aquí, cuando menos, ya debiera estar en marcha el análisis oficial.
Nunca he sido particularmente hábil a la hora de los pronósticos electorales, pero en la medida que se acerca el 5 de noviembre, percibo una cierta aceptación por parte de la cobertura mediática seria, hacia algo que parece más probable: la elección, de nuevo, de Donald Trump como presidente estadounidense. Conociendo la drástica plataforma antimigratoria de ese candidato, me tiene preocupado lo que percibo como un aletargamiento por parte de nuestro gobierno para tomar acciones indispensables en la anticipación de esa probabilidad manifiesta. Una, cuyas posiciones específicas, sus promesas, afectan indiscriminadamente los intereses de nuestro país. Aquí algunas de las políticas que propone, que nos afectarían transversalmente.
Cerrar el ingreso por la frontera. Ciertamente, eso lo pretende cumplir, principalmente, mediante un engaño estadístico. Su enfoque se orientará básicamente a restringir o eliminar el ejercicio del derecho de asilo, impactando drásticamente las cifras visibles de la migración: los encuentros voluntarios en frontera. Pero la necesidad de emigrar continuará (desde ambos lados de la frontera), por lo que puede anticiparse un incremento del flujo clandestino y un fortalecimiento de la industria criminal de tráfico ilícito. Más peligro humano y más consolidación de estructuras que corroen la institucionalidad regional.
Hacer redadas masivas. Trump habla de expulsar a millones sin documentos de residencia legal. Esto, sabemos que es materialmente imposible, económica, social y logísticamente. Pero si algo nos sugieren cuatro años de experiencia con su anterior gestión es que dará crudas pinceladas que convenzan a su electorado de que cumplió lo que pidió. Así como con el muro, del que solo construyó un poco, pero que publicitó superlativamente, no será raro un manojo de redadas masivas, en pueblos específicos, que den la ilusión de grandes movimientos poblacionales. Los pueblos, temo, serían del tipo que escogen nuestros compatriotas.
Nuestras múltiples comunidades carecen de redes de comunicación institucional. La red consular aún les es lejana.
Terceros países seguros. Aparte del tormento en que caería un connacional solicitante de asilo por su incierto destino al instalar este tipo de medidas, existe, además, el problema de que el nuestro sea presionado a ser ese tipo de territorio. Endebles como somos, recibir aquí a los solicitantes de asilo del resto del mundo sería catastrófico para sus vidas, así como también sombrío para nuestro futuro. Tampoco sería de extrañar que Guatemala fuera de los primeros designados; esto, por posición geográfica y porque además tenemos el funesto antecedente abierto por la torpe gestión durante el gobierno de Jimmy Morales.
Impuestos sobre las remesas. En especial, quien se ha manifestado a favor de esto, es el candidato vicepresidencial Vance. Pero eso no desestima que en el camino pudiera atraerle también a su presidente. Particularmente interesante se me hace el que Vance, al promover la agenda de gravar las remesas, no argumenta los beneficios económicos que él podría creer que tendrían. En vez, su argumento exclusivo es la desmotivación de la remesa como fundamento del modelo económico de la migración. En su pensar, al hacer que las remesas ya no fueran rentables, se estaría dando un puñal sobre el modelo de la migración económica.
Unos cuatro millones de guatemaltecos viven en el país que anticipa la probable elección de Trump. En la última reforma migratoria, menos de un millón obtuvo residencia legal. El resto, hoy son blanco llano. Nuestras múltiples comunidades carecen de redes de comunicación institucional. La red consular aún les es lejana. Dudo que haya estrategias de consolidación en camino y el único funcionario para la temática (un comisionado presidencial) parece que se quedó dormido desde el día en que se le nombró. Cierto puede ser que la presidencia aún no esté definida y reconozco ineptitud para hacer pronósticos electorales. Pero con como se miran las cosas, aquí, de este lado, cuando menos, ya debiera estar en marcha el análisis oficial.