con otra mirada
Traspiés en la protección del Centro Histórico
El edificio se recuperó como ejemplo de rescate de uno de los 85 inmuebles monumentales.
El Palacio de Correos y Telégrafos representa el influjo urbano-arquitectónico de La Antigua Guatemala en la Nueva Guatemala de la Asunción, producto de la pasión del dictador Jorge Ubico por la Calle del Arco, que el arquitecto Rafael Pérez de León interpretó.
Traspiés en el intento de recuperar el edificio para oficinas públicas, ignorando la importancia del desarrollo cultural.
En oct1987 presenté al alcalde Álvaro Arzú un plan para definir y proteger el área fundacional de la ciudad de Guatemala. No tuve respuesta. En 1989 la municipalidad atendió la invitación para participar en una reunión internacional sobre centros históricos en Madrid. Como resultado, en 1990 el alcalde Óscar Berger nombró una comisión integrada por Alejandro Fahsen Ortega, Alfredo Vila y Vilma B. de Sosa para rescatar el Portal del Comercio. Se contrató a Rodolfo Asturias, quien eliminó grafitis, rótulos, venta callejera y unificó el color de los locales comerciales.
En 1991, la comisión conoció el trabajo de la Facultad de Arquitectura de la Usac para rescatar el Centro Histórico, a cargo de Fernando Masaya, por entonces miembro del concejo municipal. En 1992, la comisión fue reforzada con la presencia de Masaya, Roberto Aycinena y quien suscribe; se propuso crear la Unidad del Centro Histórico dentro del Departamento de Planificación. El 27Sept1993, la comisión pasó a ser Consejo Consultivo, ente asesor del concejo municipal, integrado por el Arquitecto Mayor de la Ciudad, Roberto Aycinena Echeverría, y el Cronista de la Ciudad, Miguel Álvarez Arévalo, como miembros ex oficio; Vilma B. de Sosa, Carlos Tejeda Valenzuela, Francisco Pérez de Antón y José María Magaña. Se sugirió para director a José Luis Menéndez. Tejada Valenzuela y Pérez de Antón se retiraron. Fueron invitados a participar Isabel Paiz de Serra y Alfonso Ortiz Sobalvarro. En apoyo a esa iniciativa se creó Renacentro, estructura superior para dictar la política de conservación, integrada por el alcalde, rector de la Usac, ministro de Cultura y Deportes, director del Inguat y el presidente del Consejo Consultivo.
Renacentro propuso al Ministerio de Cultura el perímetro a proteger del Centro Histórico y a la Municipalidad, el Reglamento de Construcción. Con el objeto de desempeñar sus funciones de manera óptima, se solicitó al alcalde gestionar al Ministerio de Comunicaciones, a cargo de Fritz García-Gallont, concesionar el edificio a la Municipalidad para que en él funcionaran el Departamento del Centro Histórico, Consejo Consultivo, Centro Cultural del Centro Histórico y mantener activa la oficina postal. El edificio se recuperó como ejemplo de rescate de uno de los 85 inmuebles monumentales, dando inicio a la revitalización del área protegida.
Ahí se formuló el proyecto de recuperación de la arquitectura doméstica, con 50 casas del barrio de San Sebastián, con la participación de la Facultad de Arquitectura de la Usac y Pinturas El Volcán. Ahí nació el Festival del Centro Histórico (Sept-Oct), con el apoyo de Renacentro a la iniciativa por tantos años acariciada en la Alianza Francesa por su director Tasso Hadjidodu y Max Araujo, de Casa de la Cultura. Ahí se generó la eliminación de rótulos publicitarios en la 6ª y 7ª avenidas, que desde inicios del S. XX habían invisibilizado la rica arquitectura doméstica y comercial de esas importantes calles; limpieza urbana que más adelante dio lugar a la peatonalización de La Sexta, proyecto gestado a inicios de los años 80.
Hoy, lejos de evolucionar en la protección del patrimonio cultural, se dan traspiés en el intento de recuperar el edificio para oficinas públicas, desatendiendo e ignorando la importancia del desarrollo cultural en un centro histórico por demás emblemático para la identidad ciudadana.