En el 2014 grabé en Jalapa un programa televisivo donde descubrí las maravillas que el lugar poseía dentro de una preciosa reserva ecológica. Ni en mi peor pesadilla imaginé a terroristas que llegarían un día a destruirla, quemarla y saquearla. Cuando me enteré del incidente mi mundo se vino abajo, con recuerdos de lo que llamé “el lunar de oriente”, el que ahora vemos en cenizas.

Hace una semana y media ocurrió este acto criminal, a plena luz del día, en el icónico Parque Ecológico Cascadas de Tatasirire. Ni el MP ni la policía detuvieron a 150 hombres armados que invadieron este paraíso en un atroz acto delictivo y no solo destruyeron la naturaleza, sino que quemaron e hicieron leña las instalaciones que fueron el deleite de muchas familias guatemaltecas que por muchos años las visitaron. La zona que se consideraba un paraíso, ahora se asemeja al mismo infierno.

¿Por qué la indiferencia del gobernador departamental, que no se ha pronunciado? ¿Por qué el silencio e inacción del alcalde municipal, los diputados y funcionarios de medio ambiente? ¿Es acaso que estos individuos tienen tanto poder que pueden hacer lo que se les venga en gana sin que nadie los detenga? Esto, amigos lectores, es sumamente peligroso, porque si pudieron actuar de esta manera en una reserva ecológica, sembrando terror, pueden arrasar en todo el país destruyendo lo que quieran a su paso.

Ninguna de las organizaciones de Santa María Xalapa, Ladinos Pardos, Buena Vista y comunidades rurales y el casco urbano, que se abastece de agua de la zona agredida, apoya a estos criminales, pero se encuentran paralizados por el miedo. Finqueros, emprendedores y comunidades de la zona de mayor recarga hídrica de Jalapa lo están también. A este paso, Jalapa está siendo tomado por terroristas, siendo ellos los que gobiernan.

Viernes 16/diciembre/2022: 9:00 am Llegan al Parque un grupo de aproximadamente 150 personas: integrado por 115 hombres portando escopetas, pistolas y revólveres y 20 mujeres con armas dentro de sus ropas. 15 niños caminaban como escudo a la par de ellas. Detienen al encargado de la reserva. Permanecen en el Parque por 6 horas, hasta el momento en que el fuego termina de consumir las instalaciones.

12 pm: Llega una patrulla de la Policía Nacional Civil con tan solo 2 elementos y observan al grupo de terroristas, quizás garantizando que el fuego lo consuma todo. 4:00 pm: Llegan 5 patrullas con 20 elementos después que el grupo armado ya se había retirado del Parque.

5 pm: El Ministerio Público recolecta evidencias y realiza algunas entrevistas. El Jefe de la Policía de Jalapa manifiesta que siendo propiedad privada, el problema era de los propietarios y no de él. Solo faltó que dijera que los terroristas mandaban allí.

¿Es así como nuestras autoridades ejercen su poder? ¿solo observando cómo estos malhechores destruyen los más bellos parajes que posee Guatemala? ¿Qué sacan estos vándalos de arremeter contra instalaciones ecoturísticas que son nuestro orgullo? ¿Qué pasa con las autoridades que solo vieron cometer las atrocidades sin mover un dedo para detenerlos? Por qué la Cámara de Turismo, Inguat, Cacif o grupos que tradicionalmente defienden la propiedad privada se han quedado mudos esta vez? ¿Y la Fundación contra el Terrorismo en Guatemala? Detengamos a estos vándalos que siembran terror en la población para que no se vuelvan “normales” en año electoral. Pronúnciense hasta en esquelas y expresen lo que sienten.

Si no sentimos solidaridad ante lo acontecido, y repudio por los actos cometidos en esta reserva, es seña de que nuestros valores están muriendo.

Feliz Año Nuevo 2023.