Desde Ginebra

Tendencias del comercio mundial del 2025

La pandemia también ha resaltado la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales.

El comercio mundial ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas, impulsados por la globalización, la tecnología y una variedad de factores económicos, políticos y sociales. A medida que nos adentramos en 2025, es conveniente analizar las expectativas y proyecciones que podrían orientar el comercio internacional a futuro. En esta nota espero explorar diversas tendencias que impactarán en el comercio global, incluyendo la digitalización, la sostenibilidad, el cambio en las dinámicas geopolíticas y la recuperación pospandemia.

En esta nota espero explorar diversas tendencias que impactarán en el comercio global

Una de las tendencias que está marcando el comercio mundial del 2025 en adelante es la aceleración de la digitalización. La pandemia de covid-19 ha catalizado la adopción de tecnologías digitales en varios sectores, alterando la forma en que se llevan a cabo las transacciones comerciales tradicionales. Se espera que plataformas de comercio electrónico, inteligencia artificial y tecnologías de la información sigan evolucionando, permitiendo a las empresas acceder a mercados internacionales de manera más eficiente.

A medida que más consumidores se acostumbran a las compras en línea y las pequeñas empresas encuentran formas de eliminar intermediarios mediante plataformas digitales, se espera que el comercio electrónico transfronterizo crezca de manera significativa, estableciendo nuevos paradigmas en el comportamiento de consumo.

El comercio también se verá afectado por un creciente enfoque hacia la sostenibilidad. Con un número cada vez mayor de consumidores preocupados por el impacto ambiental de sus elecciones, las empresas tendrán que adaptarse a estas demandas, lo que influirá en las prácticas comerciales globales. Las iniciativas como el Acuerdo de París están promoviendo la sostenibilidad y la responsabilidad social en el comercio. Para 2025 es probable que veamos un aumento en la demanda de productos ecológicos y sostenibles, así como el desarrollo de cadenas de suministro más responsables. Las empresas que no se adapten a estas expectativas de sostenibilidad podrían enfrentarse a sanciones del consumidor, tanto desde el punto de vista legal como en términos de reputación y consumo, lo que impactará su competitividad en el mercado global.

La pandemia también ha resaltado la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales. Las interrupciones en la producción y distribución de bienes ha llevado a las empresas a reconsiderar sus estrategias de aprovisionamiento. De cara a 2025, se anticipa que las empresas busquen diversificar sus cadenas de suministro para mitigar riesgos asociados con una dependencia excesiva de países específicos. Esto podría resultar en una reconfiguración de las cadenas de suministro, favoreciendo a economías más cercanas al consumidor o a regiones que ofrezcan estabilidad política y económica. Dicha reconfiguración podría también propiciar un aumento en la producción local, promoviendo la economía circular y el desarrollo regional.

Finalmente, la recuperación económica tras la pandemia influirá en el comercio mundial hacia y pos-2025. Las economías que hayan podido implementar estrategias efectivas de recuperación, incluyendo inversiones en infraestructura y apoyo a industrias clave, probablemente experimenten un crecimiento más robusto en sus exportaciones e importaciones. Las políticas económicas que favorezcan la cooperación internacional y el crecimiento inclusivo serán esenciales para restablecer la confianza y la estabilidad en el comercio global.

ESCRITO POR:
Eduardo Sperisen Yurt
Embajador. Representante permanente de Guatemala ante la OMC. Fue primer presidente y fundador de la Gremial de Exportadores de Productos No Tradicionales y presidente del Grupo de Negociación multilateral del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC.