PLUMA INVITADA
Taiwán insiste en defender democracia, libertad y paz
Posterior a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la República de China (Taiwán), del 2 al 3 de agosto, acompañada por cinco congresistas estadounidenses, el ejército de la República Popular de China ha estado emprendiendo maniobras militares con fuego real alrededor de Taiwán de forma indefinida, lo cual ha elevado la tensión innecesaria y amenazado la seguridad en la región Indopacífica.
' El gobierno de la República de China (Taiwán) expresa su agradecimiento y aprecio al gobierno de Guatemala.
Li-Cheng Cheng
Ante dicha reacción irrazonable de China comunista, los amigos provenientes de más de 40 países han manifestado su solidaridad y apoyo, entre ellos se cuenta con Guatemala como uno de los primeros que brindan su firme y explícito respaldo a Taiwán, por el cual el Gobierno de la República de China (Taiwán) expresa su agradecimiento y aprecio al gobierno de Guatemala.
La República de China (Taiwán) es un país con plena soberanía, y no ha sido gobernada ni un solo día por la República Popular de China. La República de China (Taiwán) fue fundada en 1912, y su gobierno se trasladó a Taiwán en 1949, el mismo año cuando se fundó la República Popular de China en China continental.
Desde entonces ambos ejercen la propia jurisdicción efectiva por sus propios gobiernos bajo diferentes regímenes. Siendo un país soberano, la República de China (Taiwán) tiene derecho de definir su política exterior y cómo interactuar con otros países del mundo, así como participar y seguir contribuyendo a la comunidad internacional.
La visita de la presidenta Pelosi a Taiwán solo es un pretexto manipulado por el gobierno de China comunista para provocar la tensión. De hecho, la crónica y actual amenaza militar de la República Popular de China precisamente refleja su expansionismo, y ha ocasionado la inestabilidad tanto regional como mundial. Las acciones castrenses de la totalitaria República Popular de China contra la democrática República de China (Taiwán) han interrumpido y bloqueado una de las rutas aéreas y marítimas más importantes en la región Indopacífica, generando un gran impacto en la transportación y comercio internacional.
Y, como consecuencia, será seriamente afectado el mercado mundial, que comprende un sistema de relaciones económicas, mercantiles y financieras, donde la República de China (Taiwán) empeña un rol dinámico, en especial en la cadena científica y tecnológica, entre la cual destaca el abastecimiento de los semiconductores.
Los impactos y consecuencias derivados de las acciones provocativas de China comunista serán enfrentados no solo por Taiwán, sino por todo los países del mundo, sin excepción.
En estos momentos críticos se requiere la unión de todos los países democráticos del mundo a que condenen las acciones bélicas irresponsables del totalitario gobierno en Pekín.
El pueblo y el gobierno de la República de China (Taiwán) nunca dejarán de defender su democracia y libertad, mientras agotarán los esfuerzos y por medio del sólido respaldo de la comunidad internacional para mitigar la tensión a través del Estrecho de Taiwán, en busca del bienestar del pueblo taiwanés, así como la paz y la estabilidad tanto en la región Indopacífica como a nivel mundial.