Pluma invitada
Súmate a la “Generación Restauración”
Se calcula que hasta el 40% de las tierras en el mundo ya están degradadas.
Cada 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, y este año el lema principal de la campaña es «Nuestras Tierras. Nuestro Futuro», centrada en promover la restauración de las tierras degradas, la resiliencia a la sequía y detener la desertificación.
A nivel global, las cifras son alarmantes: se calcula que hasta el 40% de las tierras ya están degradadas y se prevé que para 2050 más de tres cuartas partes de la población a nivel mundial serán afectadas por las sequías si hoy no tomamos acción para detener este desafío. La evidencia muestra que unos 3.200 millones de personas se ven afectadas por la degradación, y que esta afecta desproporcionadamente a quienes están menos preparados para hacerle frente; por ejemplo, comunidades rurales, pueblos indígenas, pequeños agricultores y personas que viven en pobreza multidimensional, especialmente las mujeres y los jóvenes. Si no se controla la degradación de la tierra, la productividad alimentaria mundial podría reducirse en un 12 por ciento, lo que provocará que los precios de los alimentos se disparen hasta un 30 por ciento para 2040.
La tierra sustenta la vida en nuestro planeta, desde las tierras para los cultivos, los bosques, los pastizales, las montañas, y hasta los océanos. Proporciona a la humanidad los recursos que hacen posible nuestra existencia. Sin embargo, nuestros patrones de producción y consumo se están convirtiendo en prácticas insostenibles que están impulsando a una triple crisis planetaria: el rápido avance del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación y desperdicios, lo que amenaza a los ecosistemas que nos proporcionan estos bienes y servicios. Ante estos escenarios tan complejos, el más reciente Informe de Desarrollo Humano presenta algunas ideas para la acción inmediata; por ejemplo, construir una sólida arquitectura de bienes públicos globales y promover la estabilidad climática, pues serán los países en vías de desarrollo los que más se beneficiarán de estos esfuerzos colectivos.
El día mundial del medio ambiente nos invita a detener la desertificación de las tierras.
Desde hace más de 30 años, los países, incluido Guatemala, adoptaron y se adhirieron a la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, para proteger y restaurar las tierras degradas por la sequía, y detener la desertificación. Junto con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Convención de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica, contribuyen para encontrar soluciones globales para detener esta problemática. En Guatemala también se realizan esfuerzos invaluables desde el proyecto “Promoviendo Territorios Sostenibles y Resilientes en Paisajes de la Cadena Volcánica Central en Guatemala”, ejecutado por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, con el apoyo del PNUD y financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, en inglés), para reducir la degradación de la tierra y la desertificación en 32 municipios priorizados de la cadena volcánica central, donde se ha establecido la conectividad entre ecosistemas en paisajes productivos, contribuyendo a la conservación de los recursos naturales y al mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Estamos ante una oportunidad única: unir esfuerzos para frenar la desertificación, y lo podemos hacer desde la cooperación, los gobiernos, las empresas, la sociedad civil, todos y todas podemos poner nuestro granito de arena. Le invito a sumarse a la #GeneraciónRestauración en redes sociales, donde podrá compartir sus esfuerzos por un mundo más sostenible para las futuras generaciones.