Si me permite
Somos influenciados por el medio que nos rodea
Hay personas que dejan tal impacto en nuestra vida que inspiran a seguir su ejemplo.
“Algunas personas pasan por nuestra vida para enseñarnos a no ser como ellas”. León Tolstoi
Con mucha frecuencia, cuando llegamos a algún lugar, los que nos reciben suelen preguntarnos si somos de allí. Simplemente por lo que nos observan nos están asociando con ciertas características que son propias de cada región. Eso indica el cómo somos influenciados por nuestro entorno, el cual nos da cierta identidad. Claro está que cada entorno tiene características que le hacen notoriamente favorables y otras que posiblemente no sean de lo más agradables, pero uno tiene la responsabilidad de evaluarlas y decidir con cuales habrá de alinearse y hacerlas parte de su vida.
Lo que nos rodea cada día nos enseña algo y debemos saber escoger lo que es mejor para nosotros.
Seguramente, en los años formativos nuestros, mayores nos fueron instruyendo y orientando para que tuviéramos cuidado en no asimilar lo que no es de buen nombre, y que si bien la gran mayoría de la gente lo practica, no por ello debemos hacerlo nosotros también. El ser humano tiene la capacidad de observar y luego evaluar para finalmente determinar qué es lo más apropiado y favorable para su persona.
Cuando estamos claros en nuestros ideales y lo que queremos alcanzar en esta vida, con la mayor facilidad podemos, en forma disciplinada, ir escogiendo lo que habremos de hacer o la forma en la que habremos de decir las cosas para que no generemos un rechazo natural de los que nos rodean, pero además, con la mayor certeza, dar pasos para ir logrando nuestras metas a pesar del medio en el cual fuimos formados. Esto no significa que nos volvemos extraños, sino que nos hace diferentes para bien nuestro y de los nuestros también.
Es por eso que en los mayores de cada grupo está la gran responsabilidad de cumplir con el deber del proceso formativo de cada uno que está a su cargo, no simplemente el corregir cuando algo no es correcto, sino trazar una ruta clara para la formación de los que tienen a su cargo, para que alcancen una madurez de excelencia en el medio que los está rodeando. Esto no solo los habrá de hacer personas fácilmente integradas en el grupo, sino que con mucha facilidad serán presentados como ejemplo de personas dignas de imitar.
Si algo es de lamentar son aquellos mayores que por evitar el proceso disciplinado de la formación en los menores los dejan para que vivan a su gusto, lo cual es de lamentar, porque eso los lleva a una autoeliminación en muchos círculos en los lugares donde podrían haber sido de un provecho incalculable. Por algunos detalles en su proceder se les van cerrando muchas puertas para alcanzar logros y éxitos que son gratificantes.
El reto mayor de esta vida que nos toca vivir es de proponernos ser ejemplo digno de ser imitado para que nuestras comunidades sean las que hagan la diferencia en el buen sentido de la palabra. Eso nos permitirá vivir en forma armoniosa y productiva sin lugar a duda. Para alcanzar este logro debemos poner nuestra parte cada uno de nosotros y marcar patrones que aparentemente parecen imposibles, pero que con buena voluntad y determinación se pueden alcanzar y frecuentemente estarán copiando otros. Los que aceptamos ser personas emprendedoras no dejaremos este esfuerzo para mañana, sino que desde este momento pondremos acción en nuestro modo de vida, sabiendo que nos están observando.