Punto de encuentro

Se vino Trump

¿Hasta dónde llegará en esta que es su segunda y última estadía en la Casa Blanca?

Lo que sucede en los Estados Unidos, para bien y para mal, tiene un impacto global a todo nivel. Y la llegada —por segunda vez— del magnate Donald Trump a la presidencia tendrá implicaciones directas en temas neurálgicos que afectan a la población mundial.

Para Guatemala, la nueva era Trump tiene enormes implicaciones políticas, económicas y sociales.

No había siquiera asumido el cargo —mientras escribo esta columna se está desarrollando la ceremonia de investidura—, pero sus declaraciones ya provocaron un terremoto político en varios países. Con su acostumbrado “estilo” anunció su intención de recuperar el Canal de Panamá —no le parecen “justas” las tarifas que se les cobra a los barcos y empresas estadounidenses—, propuso anexar a Canadá como el estado 51 de los Estados Unidos —según él, así se terminarían los enormes déficits comerciales y los impuestos “bajarían”— y declaró que está decidido a comprar Groenlandia a Dinamarca —por ser un asunto de seguridad nacional—.

Si bien algunos consideran que se trata solo de “bravuconadas”, existe una preocupación real —así lo han expresado en sendas entrevistas de prensa políticos, líderes sociales y analistas estadounidenses— de hasta dónde está dispuesto a llegar el multimillonario en esta que es su segunda y última estadía en la Casa Blanca.

La conformación de su gabinete y el perfil y trayectoria de algunos de sus secretarios de Estado encienden las alarmas y confirman esas preocupaciones. Por ejemplo, el ungido de Trump para dirigir el Pentágono es el presentador de Fox News Pete Hegseth, acusado de violación a una mujer durante una conferencia del Partido Republicano realizada en California en el 2017 (DemocracyNow! 13/1/25). Y su segundo a bordo sería Stephen Feinberg, un inversor multimillonario con estrechos vínculos con el complejo militar-industrial de EE. UU. (Página 12, 19/1/25). ¿Qué podría salir mal?

A la cartera de salud llegaría el antivacunas Robert F. Kennedy y para la secretaría de Energía está propuesto Christ Wright, un firme defensor de la industria de los combustibles fósiles que reiteradamente niega la crisis climática mundial (El País, 17/11/24). Para el cargo de fiscal general está designada Pam Bondi, exfiscal de la Florida, lobista registrada como “agente extranjero” para el gobierno de Qatar y abogada defensora de Trump en los juicios que afrontó por distintos delitos (France24, 22/11/24), lo que pone en duda su independencia a la hora de la persecución penal. ¿Les suena?

Para Guatemala, la nueva era Trump tiene enormes implicaciones. No solo por la cercanía geográfica que tenemos con los Estados Unidos sino por la relación política, económica y militar que históricamente se ha mantenido. Además de ser nuestro primer socio comercial, alrededor de 4 millones de conciudadanos permanecen allá tras verse obligados a migrar dadas las condiciones de pobreza, inseguridad y falta de oportunidades en nuestro país.

La amenaza de realizar deportaciones masivas —considera la migración una “invasión”— y revivir la política de separación de niños y niñas de sus padres es una preocupación latente. Y no es que con los demócratas estas deportaciones no se hayan dado, es que a esto se suman prácticas políticas y una retórica basadas en la xenofobia y la discriminación. Los impactos en el ámbito político, económico y social pueden ser graves si se quiere restablecer el acuerdo de “tercer país seguro”, o de concretarse las amenazas —si no se frenan los flujos migratorios— de poner un impuesto a las remesas y terminar con los acuerdos arancelarios.

Ni hablar del envalentonamiento que ya se percibe en los sectores más reaccionarios y antidemocráticos —incluida la cúpula del MP— que aunque no haya recibido ni un guiño del republicano, se sienten con suficiente viento en la camiseta para seguir con sus planes golpistas y su estrategia de persecución penal espuria e indebida.

ESCRITO POR:
Marielos Monzón
Periodista y comunicadora social. Conductora de radio y televisión. Coordinadora general de los Ciclos de Actualización para Periodistas (CAP). Fundadora de la Red Centroamericana de Periodistas e integrante del colectivo No Nos Callarán.