Imagen es percepción

¿Sabe usted qué son las “zonas azules”?

La longevidad y calidad de vida, reside en lo más simple: buena comida, buena compañía y un entorno sin prisa ni estrés.

En tiempos donde la medicina moderna y la tecnología dominan los debates sobre longevidad, la historia de Stamatis Moraitis nos recuerda que la simplicidad y la naturaleza aún guardan secretos que la ciencia apenas comienza a desvelar. Nacido en Ikaria, una pequeña isla griega reconocida como una de las “zonas azules” del mundo, Moraitis nos deja una lección que trasciende la biología y roza lo filosófico: vivir bien podría ser la mejor cura.

La clave es: dieta mediterránea, exposición moderada al sol, un estilo de vida activo y conectado socialmente.

A principios de los años 70, tras emigrar a Estados Unidos en busca del “sueño americano”, Moraitis recibió una devastadora noticia, un diagnóstico de cáncer de pulmón con solo nueve meses de vida. Sin recursos para costosos tratamientos ni para su propio funeral, tomó la decisión de regresar a Ikaria, su tierra natal, para morir en paz y ser enterrado junto a sus padres. Pero algo inesperado ocurrió, comenzó a sentirse mejor. Los meses pasaron y, sorprendentemente, los síntomas desaparecieron. Al consultar de nuevo con los médicos, descubrió que el cáncer se había ido.

Luego de esto, vivió 37 años más tras su diagnóstico, en un entorno de completa normalidad. Cultivaba su viñedo, paseaba por las colinas y disfrutaba de comidas caseras y vino con sus seres queridos. Aquel hombre que había vuelto a su hogar para morir, terminó olvidando la muerte. La ciencia no encontró una explicación definitiva para su recuperación, pero tal vez la clave no está en los laboratorios, sino en el estilo de vida que llevó en Ikaria.

La isla es célebre por la longevidad de sus habitantes, y Moraitis, como muchos otros, seguía un estilo de vida que poco tenía que ver con la complejidad del mundo moderno. Su alimentación se basaba en productos locales, verduras frescas, legumbres y aceite de oliva, acompañados de placeres sencillos como una copa de vino. Dormía lo necesario, sin prisas, y daba valor al tiempo compartido con los suyos. En Ikaria, donde nadie se apresura, la tranquilidad parece estar profundamente vinculada con una vida más larga.

Esta historia desafía las nociones actuales sobre salud y envejecimiento. Hoy en día buscamos la inmortalidad en tratamientos médicos innovadores o complejos suplementos vitamínicos, cuando tal vez el verdadero secreto de la longevidad está mucho más cerca, en la naturaleza, alimentación saludable, en la calidad de nuestras relaciones y en cómo enfrentamos el estrés diario.

El legado de Stamatis Moraitis no es solo su asombrosa recuperación, sino también la sencillez con la que vivió. Nos recuerda que la búsqueda de una vida larga y plena no tiene por qué ser complicada. En una sociedad obsesionada con la inmediatez y lo tecnológicamente avanzado, quizás olvidamos que la verdadera longevidad reside en lo simple.

Un estudio fascinante realizado por la Universidad de Harvard encontró que los telómeros (las estructuras que protegen los extremos de nuestros cromosomas) se acortan con el tiempo, un proceso que está asociado con el envejecimiento. Sin embargo, hábitos como el ejercicio, una dieta saludable, la sociabilidad, ser relajado y sentirse útil  pueden ayudar a mantener la longitud de los telómeros, retrasando así el proceso de envejecimiento.

Así que, si realmente queremos entender cómo vivir más y mejor, debemos mirar a las zonas azules, regiones del mundo donde la gente vive de manera notablemente más longeva y saludable, superando con frecuencia los 100 años. En Okinawa,   Japón; Cerdeña,  Italia; Nicoya, Costa Rica; Ikaria,  Grecia; y Loma Linda, California, hallamos patrones comunes. Dietas ricas en alimentos no procesados, una vida activa, un fuerte sentido de comunidad y propósito, y entornos libres de estrés son los pilares de su longevidad.

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.