Todos los años es importante reflexionar sobre lo que nos espera el siguiente año. Adelantarse a lo que puede venir nos ayuda a prepararnos mejor ante cualquier situación. Parte de lo que nos espera si tenemos un trabajo o un negocio es entender ciertas expectativas económicas. Veamos algunas señales fundamentales que nos deben poner alertas para adaptarnos mejor a lo que se nos viene.

El Banco de Guatemala (Banguat) espera que tengamos un crecimiento económico de aproximadamente 3.5% el siguiente año. La meta inflacionaria es del 5% y las tasas de interés que ya están al alza posiblemente sigan incrementándose aun más el siguiente año. El tipo de cambio será el que la Junta Monetaria decida que queramos tener y por lo que veo no interesa que se mueva mucho de donde está. Las remesas seguirán entrando al país en forma sostenida y se espera que lleguen a US$18,645 millones en el siguiente año.

Ahora bien, estamos terminando este año con una inflación casi del 10%, un crecimiento económico que estará entre el 4 y el 5%, un tipo de cambio que en estos días ha llegado casi a Q8 por dólar y tasas de interés al alza. En lo personal, yo esperaría que la inflación comience a disminuir por la forma en que se mide, ya que refleja las variaciones en precios de muchos productos importados como lo son los combustibles y otros derivados del petróleo. Ya el precio del petróleo está disminuyendo. Poco a poco, la oferta está igualando a la demanda, y lo mismo pasa con muchos de los derivados y sustitutos. Así, la inflación tal como se mide reflejará este componente de precios a la baja. Es lo que los economistas del Banguat llaman inflación importada. Las fábricas están acumulando inventarios de productos terminados, porque la demanda extraordinaria causada por el parón del covid y los problemas en las cadenas de suministros ya se resolvieron. Esta parte no es el problema. El problema es que aún tendremos inflación elevada debido al exceso de emisión monetaria tanto en Guatemala como en el resto del mundo. Por ello, los bancos centrales están incrementando sus tasas de interés a modo de recoger esa liquidez que ahora está provocando el deterioro del poder adquisitivo de muchas monedas a todo nivel.

Aunque se espera que a nivel mundial las principales economías desarrolladas tengan una caída en su crecimiento económico, Guatemala tendrá su crecimiento normal de aproximadamente el 3.5%. Es un crecimiento mediocre para un país pobre, pero es positivo. Esto debido a que en nuestro país hay mucha agricultura, y estos productos son demandados siempre aunque las economías mundiales estén mal. La gente deja de comprar bienes duraderos, pero no alimentos. Las variaciones que puede haber en los precios de alimentos se deben más a situaciones de oferta de estos que a la demanda que suele ser más estable.

El tema que más debe preocupar a quienes tienen préstamos o pretenden hacer alguna inversión usando préstamos es el alza de las tasas de interés. Hay que evaluar bien los proyectos, haciendo un análisis de sensibilidad de las alzas de interés a varios niveles para estar seguro de que se puede seguir adelante sin tener problemas de flujo de caja.

Un último aspecto que es muy importante son las elecciones generales para cambio de presidente, vicepresidente, diputados y alcaldes el próximo año. Aunque parece que hay bastantes candidatos, no sabemos aún qué nos espera, y esta incertidumbre puede retrasar algunas inversiones importantes en el país. En lo personal, no creo que vayamos a tener problemas y posiblemente el Congreso termine muy dividido, lo cual ayudará a una mejor división de poderes.