ESCENARIO DE VIDA
¿Por quién vamos a votar el 25 de junio?
Ya estamos a días de que se celebren las elecciones en Guatemala y muchos ciudadanos están todavía indecisos de por quién votar. Algunos manifiestan que no llegarán a las urnas, y otros, que votarán nulo. Esta desesperación se debe a que muchos de los candidatos son solo oportunistas y distan del conocimiento para gobernar. La mayoría no son probos, no tienen ética profesional, no tienen el menor conocimiento de cómo gobernar el país, están comprados por el narcotráfico o machucados por un nefasto historial del pasado. La ciudadanía tampoco está convencida de que entre los punteros podamos encontrar al más apto o elegir al menos peor. El sentimiento es de desilusión, apatía, tristeza y en ciertos sectores capitalinos es un sentir generalizado.
' ¿Hay candidatos en Guatemala que busquen copiar los métodos de Bukele para combatir la delincuencia?
Vida Amor de Paz
A pesar de que se salvan unos poquísimos que van arriba, al medio o a la cola, el sentimiento que reina es el miedo de desperdiciar el voto, lo que usualmente hacemos cada cuatro años al votar por el menos peor. Otros piensan que es necesario promover el voto nulo para hacer entender que no estamos satisfechos con el sistema o con quienes se están postulando.
Quizás si la mayoría estuviese objetando, el voto nulo funcionaría. Pero no es así. Siempre aparecerán los “acarreados” que, a cambio de un regalito o favor de un candidato, llegarán a depositar su voto por los favores que les ofrecen. Entonces votar nulo tampoco es opción.
Entre diferentes círculos he escuchado a gente decir que en la primera vuelta votará por el más apto, aunque vaya de último. En estos casos es muy válido, pues estamos actuando de acuerdo a nuestra conciencia y apreciación de quien es el mejor. Ya en la segunda vuelta, si el candidato de nuestro gusto no quedó, tendremos que volver a votar por el menos peor y seguir en lo mismo de siempre.
Veamos el caso de El Salvador. Allí se ha elegido a un presidente que con su audacia e inteligencia ha conquistado un 80% de popularidad sin precedentes. Su juventud e ideas intrépidas le han valido para que millones de personas lo admiren a lo largo del mundo. Muchos lo ven como un superstar y ha sabido colocar a El Salvador en el foco de atención nacional e internacional. Quienes lo critican es porque se le pasa la mano en algunos casos, o sienten miedo de que se convierta en un dictador por lo autoritario de su gobierno. El temor llega al grado de que ni se sabe cuántas personas jóvenes inocentes están presas solo por poseer un tatuaje. El autoritarismo no es la solución. Pero él se ha atrevido a detener la delincuencia y las maras como nadie lo había hecho antes, y ahora Honduras copia su modelo.
Los métodos de Bukele son heterodoxos, los que ha usado para combatir las pandillas, que ya eran una especie de gobierno paralelo. Sus métodos duros y casi intolerantes han hecho que tenga un 20% de detractores, pero más pareciera producto de la envidia que le tienen por su liderazgo y eficacia en gran parte de sus esquemas de operación.
¿Hay candidatos en Guatemala que busquen copiar los métodos de Bukele para combatir la delincuencia? Me pregunto si entre todos habrá quien tenga las agallas de ir al asecho de la corrupción de expresidentes y funcionarios corruptos, y si entre ellos habrá quien tome las medidas necesarias para reducir la violencia y narcotráfico. Son muchos temas los importantes, así que si hay un candidato que le dé prioridad a la educación, a la generación de empleo, al combate de la corrupción, a la violencia, a las maras y, de paso, a los temas ambientales y de cambio climático, ni lo piense más. Por él o por ella debe votar.