Liberal sin neo

Por debajo del potencial

Guatemala es un país poco competitivo para atraer inversión extranjera.

Hace poco la empresa Amazon anunció la inversión de U$5 mil millones en Querétaro para el desarrollo de un centro de datos. El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, resaltó que esta inversión creará miles de empleos y tendrá un efecto multiplicador para posicionar al país como destino de inversión en servicios digitales. “Va a significar capacitar, entrenar y dar oportunidad al talento mexicano en todo el sistema de Amazon a nivel mundial”. En una conferencia de prensa, la CEO de Amazon Web Services, Paula Bellizia, señaló que “hoy estamos acá para inaugurar la infraestructura de servicios de cómputo en la nube de Amazon para que se ofrezcan desde acá, desde México”. Excelente noticia para México.

Exportar población para recibir dólares no es una estrategia de desarrollo.

Ya quisiera Guatemala atraer esa clase y magnitud de inversión extranjera directa (IED). A pesar de contar con relativa estabilidad macroeconómica, una ubicación geográfica estratégica envidiable y población joven, Guatemala enfrenta desafíos significativos para atraer IED acorde a su potencial. Según datos del Banguat, la IED en Guatemala fue US$1,586 millones en 2023. La cifra es ambigua, ya que la mayor parte corresponde a reinversión de utilidades de empresas extranjeras y la compra de empresas existentes; la inversión extranjera neta o nueva es una fracción. Para dimensionar, Guatemala recibió $21.5 mil millones en remesas en 2024; aproximadamente 80% se destinan al consumo directo.

A pesar de la tendencia de las economías desarrolladas por acercar sus manufacturas y cadenas de suministro y reducir su dependencia de China, Guatemala es un país poco competitivo para atraer inversión extranjera. Un factor es la poca cantidad y calidad de infraestructura vial y portuaria, que obedece a la falta de inversión y atención que ha recibido en pasadas décadas. La deficiente infraestructura limita la eficiencia logística y productividad y aumenta los costos operativos para las empresas; de poco sirve al país tener costas en el Atlántico y el Pacífico para atender de nervio comercial a los mercados y empresas de América, Europa y Asia, si carece de las carreteras, puertos y servicios para aprovecharlas. El narco y el crimen organizado, en cambio, hacen buen uso de la posición del país.

Las percepciones cuentan. Según el World Justice Project, en 2024 Guatemala se posicionó en el lugar 107 de 142 países en el Índice de Estado de Derecho, reflejando debilidad en justicia civil, justicia criminal y ausencia de corrupción. Se percibe la falta de certeza jurídica; ejecutar un contrato, hacer valer derechos de propiedad y obtener justicia en Guatemala es un proceso largo, engorroso, formalista e incierto. Otro factor que limita la competitividad de Guatemala es su legislación laboral; comparativamente compleja, cara y poco flexible.

La tasa de crecimiento económico anual de la economía durante la pasada década promedia 3.5%. Las remesas, en cambio, han crecido en promedio 14% anual en el mismo período. La economía creció 8% en 2021; ese mismo año las remesas aumentaron 35%. El modesto crecimiento económico es impulsado mayormente por el consumo; si el país aspira a progresar, tiene que aumentar significativamente la inversión doméstica y extranjera.

Con el cambio de gobierno en EE. UU. ha surgido preocupación por el impacto que pueda tener en la migración y remesas. Exportar población para recibir dólares no es una estrategia de desarrollo. La segunda, tercera y cuarta, de ser igual que la “primera cosecha”, no impulsarán la inversión en el país, único factor que puede elevar el nivel de vida de forma sostenible. Ya vamos tarde.

ESCRITO POR:
Fritz Thomas
Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

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