FAmilias en paz
¡Nunca es tarde!
“Nunca tengas miedo de confiar un futuro desconocido a un Dios conocido”. Corrie ten Boom
El mensaje que una joven de 26 años le envió a la directora del periódico español El País removió a muchos en redes sociales. Expresaba su sentir sobre las limitaciones que enfrentan las nuevas generaciones, diciendo: “Tengo 26 años, soy periodista y este 2024 volveré a ser becaria. Vivo en casa de mis padres y no tengo ahorros. Además, soy consciente de que nunca seré madre, ya voy tarde” …”Somos demasiado jóvenes y creemos que ya vamos tarde, lo que no sabemos es que nunca llegaremos”.
¿Quién define cuándo es tarde para soñar o alcanzar las metas? Vivimos en la cultura de la inmediatez; no nos gusta esperar, trabajar y ahorrar un tiempo por alcanzar algo. En un mundo donde todo urge, creemos que ya se nos pasó la hora.
Caleb es un personaje bíblico que representa la fe, determinación y paciencia que debemos tener para alcanzar las metas. Pertenecía al pueblo de Israel que salió de la esclavitud de Egipto, liderado por Moisés, en busca de la tierra prometida. Cuando tenía cuarenta años fue elegido junto con otros once espías para inspeccionar la tierra y evaluar el momento de tomarla. Luego de cuarenta días de recorrerla, regresa mostrando el fruto abundante que producía y dispuesto a tomarla de una vez. Diez de ellos consideraron que eran ciudades grandes y fortificadas, habitadas por un pueblo fuerte, tierra de gigantes, viéndose a sí mismos como insignificantes langostas. Solamente Josué y Caleb estaban determinados a actuar, conocían los desafíos, pero confiaban en la promesa de Dios.
Vemos aquí dos puntos de vista totalmente opuestos. Diez enfocados en las dificultares y limitaciones, los otros dos eligieron confiar en Dios y en su promesa. El desenlace fue que el pueblo se atemorizó, eligiendo el temor y la incredulidad. A raíz de ello, anduvieron errantes por el desierto durante cuarenta años, hasta que el ultimo de esta generación incrédula murió.
Revisa tus convicciones y motivaciones, puede que ellas sean tu mayor obstáculo.
Pasado el tiempo, Caleb, ya siendo un anciano de ochenta y cinco años, habiendo iniciado la conquista de la tierra, se presenta ante Josué, quien había sucedido a Moisés en el liderazgo para pedir aquello que siempre soñó. Todo ese tiempo estuvo esperando iniciar la batalla contra los gigantes y tomar la tierra prometida. Nunca perdió la esperanza y el deseo de pelear para alcanzar aquello que le habían prometido. Su vida fue un fiel testimonio de fe y perseverancia, tenía convicción en su corazón de que iban a triunfar, a pesar de las adversidades que aun permanecían. Pero eligió creer. Su fuerza física había disminuido con los años, pero no sus esperanzas y su deseo de conquista. Finalmente obtiene la victoria, luego de cuarenta y cinco años de espera.
¿Cuáles son los sueños y metas que tienes como asignatura pendiente? ¿Has desistido de pelear por ellas porque las circunstancias son difíciles? Revisa tus convicciones y motivaciones, puede que ellas sean tu mayor obstáculo. Nuestras emociones y decisiones deben ser guiadas por nuestras convicciones. No dejes de creer. No pierdas la esperanza. Solo confía y comienza a dar pasos para alcanzar tus metas.
Este anciano nos desafía a buscar nuevos retos confiando en Dios. Solo recuerda cómo te sostuvo en el pasado, te sostiene en el presente y, seguro, te sostendrá en el futuro.
Con frecuencia creemos que ya es tarde para iniciar un nuevo proyecto, la verdad es que ¡Nunca es tarde! ¡Si aún tienes sueños por cumplir, ponlos en las manos de Dios y confía en que Él te sostendrá y te guiará! ¡Este año es propicio para lograrlos!