PLUMA INVITADA
Nuevos sobrevivientes y sobrevivientes de nuevo
Desde que era adolescente crecí con la angustia de que llegaría el día en que por muerte natural no habría sobrevivientes del Holocausto, de la Shoá. Sentía un vacío al enterarme de que iban falleciendo en los distintos países del mundo.
' Nunca más, es ahora.
Rebeca Permuth de Sabbagh
En forma egoísta, quería que el mundo siempre los tuviera entre nosotros, como un vivo recordatorio para la humanidad, de los peligros del odio y del antisemitismo.
A medida que ese día sin sobrevivientes del genocidio nazi se volvía inminente, desgarradoramente vimos surgir una nueva generación de sobrevivientes judíos de genocidio: el del pogromo ejecutado por Hamás en Israel el 7/10.
Uso el término genocidio en el contexto de su definición internacional, encuadrando aquellos actos (como matar) perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.
Hitler detalló en Mi Lucha su deseo de erradicar del mundo a los judíos. Hamás, desde su constitución, indica que su objetivo es la destrucción de Israel y la aniquilación de los judíos. El manifiesto genocida es explícito.
Una diferencia incomprensible: los nazis documentaron sus atrocidades, pero quisieron esconder lo ocurrido; sin embargo, al finalizar la guerra el mundo libre luchó por exponer la verdad. Hamás, al contrario, pregona sus crímenes, pero tantos tontos útiles buscan negarlos.
Ellos están orgullosos de su sadismo. ¿Por qué algo tan básico no lo entienden en Harvard? ¿Acaso no escuchan que luego del llamado de “muerte a Israel” gritan igual de fuerte “muerte a América”?
Temía ese día sin sobrevivientes de la Shoá, sin imaginar que vendría una realidad aún más oscura. Quienes sobrevivieron el Holocausto merecían irse con la esperanza de que lo que ellos vivieron no se repetiría; pero la humanidad les tenía otros planes. Unos sobrevivieron a los nazis, mas no a Hamás; y a otros les tocó (¿la suerte?) de sobrevivir a ambos. Las nuevas víctimas, en el lugar donde pensamos los judíos que no podría darse: en el propio territorio israelí.
Así como los aliados en la 2ª. Guerra Mundial no se detuvieron hasta destruir a los nazis, Israel tampoco va a parar sino hasta eliminar a Hamás. Lo hará con sus soldados luchando en Gaza, con sus embajadores de la verdad en las redes sociales, y ahora con sus abogados en la Corte Internacional de Justicia en La Haya ante la infundada denuncia de genocidio promovida por Sudáfrica.
Si Israel tuviera la intención de perpetrar un genocidio o incluso de defenderse sin respeto a la vida de civiles palestinos, ya lo hubiese hecho, pues tiene la capacidad militar para ello. Sin embargo, Israel ha cuidado de la vida de civiles palestinos a costa de la vida de sus propios soldados, aun ante el enfermo regocijo de tantos de ellos luego de la masacre de israelíes.
La ironía de este último frente en La Haya es que entre otros países (Guatemala incluido), Alemania se ha manifestado claramente en defensa de Israel, honrando así una deuda histórica al recordar al mundo lo que un genocidio realmente significa.
En este 27/1 rindo tributo a quienes fueron asesinados por el solo hecho de ser judíos, tanto en la 2ª Guerra Mundial como el pasado 7/10. Mi dolor y solidaridad con los nuevos sobrevivientes, y con quienes son sobrevivientes de nuevo. Nunca más, es ahora.