A CONTRALUZ
No regresar al pasado
No regresar al pasado, de María Adelaide Menting (Piedra Santa), se hizo acreedora del Premio Quetzal de Oro al mejor libro del 2023, concedido por la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG). El jurado calificador, integrado por el escritor Julio Serrano, la antropóloga Artemis Torres y quien esto escribe, tuvo una ardua labor para definir al ganador por la calidad de los textos que llegaron a la APG para participar en el certamen. Merecieron mención honorífica La economía atrapada, de Juan Alberto Fuentes Knight (F&G), y Extraño y casi inverosímil relato de la boda más compleja y espinosa que nadie pueda imaginar jamás, de Víctor Muñoz (Cultura). Este galardón había dejado de otorgarse desde el 2014 y ahora vuelve a hacerse presente para reconocer la creación literaria que se enfrenta a un terreno muy árido en Guatemala, por los altos costos de impresión y la baja demanda. Por eso es importante este tipo de distinción para animar al público a apreciar la labor de los escritores.
' La obra galardonada con el Quetzal de Oro, de la APG nos relata una historia cruda y corrosiva desde la vivencia de mujeres indígenas.
Haroldo Shetemul
El contenido de las 664 páginas del libro de Menting se encuentra en los diez años que vivió y trabajó en los campamentos de refugiados guatemaltecos en el sur de México y en las cooperativas de refugiados retornados en Petén. No se trata de un texto improvisado, sino de una obra que se sumerge en la vida de mujeres que vivieron en carne propia las vicisitudes, el dolor y la tragedia del conflicto armado interno. Este texto se desarrolla a partir de 59 entrevistas de mujeres indígenas. Menting supo escuchar sus historias, sus llantos y sus risas. Son las voces de una Guatemala herida que quiere ser escuchada. Se combina la tradición oral y la redacción meticulosa que implica ordenar el caos de las historias contadas por cada una de las entrevistadas. La idea de elaborar el libro surge en 1998 y la última página se escribe en el 2021, o sea 21 años de la vida de la autora.
Hay cierto paralelismo entre Pedro Páramo y No regresar al pasado. Rulfo crea Comala a partir de las voces de sus fantasmales habitantes. Es la distopía de un pueblo regido por un despiadado cacique, propietario de la hacienda Media Luna y de todo el polvoriento territorio. Menting construye su obra a partir de las múltiples voces de mujeres que anduvieron a salto de mata por la guerra, cómo se escondieron de los soldados, cómo sobrevivieron y cómo es su cosmovisión maya. La diferencia es que la obra de Rulfo es ficción, mientras que la de Menting refleja una realidad cruda, tangible, corrosiva de la Guatemala profunda. El texto está hilvanado a partir de fragmentos de las entrevistas con mujeres indígenas de varias generaciones, por eso Menting dice que las verdaderas autoras son ellas, porque se atrevieron a contar sus historias. El sociólogo holandés van der Ploeg dice que la obra “ofrece una mirada fascinante y a veces aún poética en la vida y el pensar de campesinos pobres (…) Este libro será sentido por los sobrevivientes y las generaciones actuales como un verdadero monumento”.
El texto de Menting se inscribe en la tradición de las obras premiadas por la APG desde 1960, cuando se instituyó el certamen literario, que ha combinado la narrativa, la poesía y el ensayo. En este lapso han desfilado libros de vital importancia en Guatemala. La lista es extensa, pero entre los premiados están Guayacán, de Virgilio Rodríguez Macal; La patria del criollo, de Severo Martínez Peláez; Poesía fundamental, de Otto Raúl González; Colonialismo y revolución, de Carlos Guzmán Böckler; Quiché rebelde, de Ricardo Falla; Semana mayor, de Marco Augusto Quiroa; Recuento de poesía, de Roberto Obregón; El ángel de la retaguardia, de Mario Roberto Morales; La orilla africana, de Rodrigo Rey Rosa; Palos de ciego, de Mario René Matute; y Los adoradores de la muerte, de Mario Monteforte Toledo.