Rincón de Petul

No existe un perfil del “migrante guatemalteco”

Los guatemaltecos en EE. UU. son una población entera, amplia, diversa e inmensamente heterogénea

Con fines de trabajo, esta semana me vi retado a hacer un perfil sobre el “migrante guatemalteco en EE. UU.”. La solicitud, hecha por un colega el viernes anterior, quedó parqueada con etiqueta de “pendiente” en mi mente por varios días. Una noche antes de la próxima reunión, cuando debía presentar el resultado de mi ejercicio, me di cuenta de por qué parecía tan difícil de elaborar, a pesar de los grandes esfuerzos a lo largo de largos años de observación que he tenido precisamente a ese grupo. De repente me vino a la mente la respuesta, el porqué de lo difícil… No… lo imposible del requerimiento que me hicieron. Hacer un perfil del llamado “migrante guatemalteco”, es decir, el guatemalteco que reside en EE. UU., es imposible, pues ningún perfil puede aplicar a un grupo tan grande, tan diverso y tan esparcido por un territorio tan enorme como lo es el de aquella nación. Perfilar a un grupo, a una comunidad o a un segmento es posible. Perfilar a toda una población numerosa, no.


Contrario a una constante malinterpretación desde nuestro país expulsor, es necesario reafirmar que los guatemaltecos en EE. UU. no son una comunidad. En vez, son una población entera. Y como tal, es amplia, diversa e inmensamente heterogénea, en todos los aspectos de la segmentación. No hay perfil que los englobe. Son hombres y mujeres. Son jóvenes y son viejos. Indígenas y ladinos. Provienen de cada uno de los 340 municipios nacionales, y el grueso de ellos está regado en 40 estados de la Unión. Sus niveles económicos son un abanico entre diversos orígenes y cambios drásticos sucedidos después de la migración. Y, si sus diferencias demográficas son variadas, más aún lo son aquellas que los mercadólogos observan: las características psicográficas, que buscan hacer clasificaciones más allá de la demografía. Definen características referentes a la personalidad, el estilo de vida, los valores y otras variables que son íntimamente personales, y cuya tabulación requiere más pericia.

Las complejidades de este pequeño y diverso país se trasladaron en su éxodo hacia el Norte.


Aun a pesar de sus persistentes limitaciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores publicó el año pasado su cálculo, de que en Estados Unidos hay más de 2.8 millones de guatemaltecos. Esto, a partir de las gestiones que su red consular logra atender, y a pesar de que esa red es quizás la más ineficiente e ineficaz de todo el istmo, siendo evidentes los problemas que tiene para llegar a quienes demandan de sus servicios. Pero estimaciones que circulan entre profesionales en gremios más ágiles, como, por ejemplo, el bancario (que atiende la intermediación de remesas), indican que dicha población está ya aproximándose a los cuatro millones. Si esto fuera cierto —y sí, en el campo parece serlo—, los guatemaltecos en EE. UU. serían tan populosos como el 29º estado de la Unión. También tendrían una población similar a un país de mediano tamaño poblacional, teniendo más gente que lugares como Uruguay, Panamá o Croacia.


Por fortuna, tuve la acuciosidad de no dejar sin responder la inquietud del colega que me pidió el perfil general del “migrante guatemalteco”. En vez, le presenté ocho prototipos distintos, ingeniados con variables diversas: el tiempo que tienen de haberse establecido allá; los lugares de procedencia y las comunidades a las que se incorporan, entre otros. Surgieron nombres para cada uno, como “El nuevo” o el “Family man”. En cada prototipo ya pudimos elaborar sobre sus personalidades, sus estilos de vida y sobre sus valores. Un ejercicio valioso (posiblemente indispensable) para la efectividad de campañas en aquel país. Verán, no es lo mismo comunicarle a un migrante de Nentón en Kentucky rural que a uno de cabecera Escuintla en Plainfield, Nueva Jersey. Las complejidades de este pequeño y diverso país se trasladaron en su éxodo hacia el Norte. Y buscar estas particularidades ayuda, si se busca ser efectivo.

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.