Rincón de Petul

No es una línea. Son mil chirulos

En Guatemala se generalizó un cliché que no es cierto en todos los casos: que la remesa es una ayuda familiar.

De quienes he conocido, uno de los migrantes cuya historia es más interesante, es Alfredo. Desde las montañas de San Sebastián Coatán, viajó a temprana edad al Norte, donde inició en la durísima agricultura de Florida. Pero Alfredo tenía ambición. Ambición y visión. Dio un paso hacia el comercio estableciendo una tienda propia en Tennessee; luego dos; después tres y, así, hasta que fueron tantas las tiendas, que buscó qué más hacer con su creciente capital de trabajo. Vio nichos en la importación desde sus tierras natales de chilacayotes y otras rarezas, y fundó una panadería de pan nostálgico huehueteco. La última vez que le hablé, ya operaba una cadena de distribución de sus productos por más de 7 estados del noreste. Alfredo, quien nació y creció cortando café en las aldeas coatanecas, donde la escolaridad media no llega ni al quinto primaria, maneja ahora un atractivo portafolio comercial que trasciende fronteras. En Guatemala, en su municipio, tiene minimercados, cajas pagadoras de remesas, negocio de encomiendas y, ahora también, produce café, que exporta y distribuye junto con los demás productos.

En Guatemala se generalizó un cliché que no es cierto en todos los casos: que la remesa es una ayuda familiar.

Pero Alfredo no ha hecho todo esto solo. Por ejemplo, las tiendas no las vendió a terceros. Hizo la transacción con primos, con quienes guarda una íntima proximidad. Puede ser que esa compraventa haya quedado formalizada, pero ahí subsisten fidelidades misteriosas y poderosas que suman al crecimiento colectivo. En la ya grande panadería, mientras él anda de gira, se quedan a cargo otros familiares. Y en Guatemala, no digamos. Las tiendas, entiendo, las maneja un hermano; y para el pago de las remesas, otro. Así, pueda que Alfredo sea el capo de la operación; pero injusto sería decir que esta es una empresa personal. Este, más bien, es un negocio familiar donde aportan y están involucrados muchos.

El sostenimiento de esas ya complejas operaciones requiere de transacciones monetarias en múltiples vías internacionales. Pero, principalmente, como sucede con casi todos los negocios que involucran a migrantes, lo que se vende en dólares allá, sirve para financiar las operaciones de producción acá. Pero son inversiones necesarias pues el negocio en sí está fundado en el principio de ser puente entre dos comunidades internacionales. Negocio redondo, dado el amplio diferencial. Así, los locales comerciales en Coatán se compraron fácilmente con dólares enviados aquí como remesas. Igual cosa con la tierra que se compró para cultivar café. Y, constantemente, mensualmente, también el capital de trabajo. El caso de Alfredo sirve para desmitificar paradigmas generalizados que confunden la comprensión integral de la migración. En Guatemala hay una idea generalizada que es lineal: que el migrante manda una remesa que sirve como ayuda gratuita a la familia que se quedó, y quien lo gasta a su antojo. Cuando vemos que, si bien este es un caso muy frecuente, no es el único. Hay modelos más complejos, donde muchos participan de sistemas económicos familiares y comunitarios. Estos abundan en las comunidades rurales más expulsoras de migración y, en ellos, la remesa tiene menos que ver con dádivas y subvenciones, y más con emprendimientos colectivos, que propician un constante financiamiento. Aquí, en estos modelos, hay subyacente una buena pieza del pastel general que solemos titular: remesas familiares. En esas sofisticadas relaciones, el flujo de los dineros no es lineal. Más bien, va y viene, de arriba para abajo, de un lado para el otro, para múltiples fines y propósitos, en la forma de mil chirulos. Desmitificar estos clichés es valioso para el éxito de cualquier proyecto, estudio o diseño de política pública.

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.