IDEAS

No es lo mismo acusar que probar

|

Esta semana Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti rindieron su declaración en el juicio del caso “La Línea”. Por supuesto que iban a decir que ellos son inocentes y que la cosa no es con ellos. Ellos pueden decir misa, pero si se demuestra que participaron en los hechos de los que se les acusa, deberían ser condenados. Sin embargo, la duda del millón es si eso va a suceder, si la acusación del MP es lo suficientemente sólida para lograr su condena -y la de los setenta y pico más de acusados-.

' No me queda mayor duda de que, tanto Pérez Molina, como Baldetti, así como muchos de su gobierno robaron fondos de los tributarios.

Jorge Jacobs

Todavía falta mucho camino que recorrer en este juicio -solo el “diligenciamiento” de las pruebas podría durar más de un mes- pero de las declaraciones de Pérez Molina y Baldetti podemos ver que, como lo dije desde el inicio, si el MP no hizo una buena investigación y no consiguió pruebas contundentes en contra de los acusados, va a ser muy difícil que se les pueda condenar, por lo menos en este caso.

No me queda mayor duda de que, tanto Pérez Molina, como Baldetti, así como también Juan Carlos Monzón y Salvador González y muchos otros de ese gobierno, participaron en actos ilícitos para robar los fondos de los tributarios. Pero es muy distinto tener esa percepción a tener las pruebas debidamente investigadas y que puedan ser utilizadas en un juicio. Conseguir esas pruebas es el trabajo del MP y, supuestamente, por como presentaban estos casos a la opinión pública, las tenían. Pero ahora, en el caso, parece que la realidad es muy distinta.

Tanto Pérez Molina como Baldetti indicaron que en todas las decenas de miles de pruebas -llamadas, correos, estados de cuentas, etc.- no se les menciona directamente, solo supuestamente a través de “apodos”, que saber quién sería el “1” y la “2”, o el mero mero y la doña, que ni siquiera hay ninguna prueba documental de que ellos hayan recibido parte de los supuestos sobornos que se realizaron. Llegan al colmo que dice Pérez Molina que la única conversación telefónica en la que aparece de entre las más de 100 mil -y en la que dice que no dijo nada malo- es ilegal porque la hicieron a sabiendas de que, en ese momento, gozaba del privilegio del antejuicio.

Es más, dicen que ni siquiera presentaron pruebas de que se “enriquecieron”, como, por ejemplo, de cuentas o bienes que hayan adquirido. Esto me parece bastante raro, tomando en cuenta que tienen procesos y se les han “extinguido” varios bienes, incluidos fincas, apartamentos, yates, etc. Como ya he indicado muchas veces, estoy en contra de la ley de extinción de dominio porque viola flagrantemente varios derechos constitucionales, pero por el momento está vigente y se han dado varios procesos en contra de bienes que supuestamente le pertenecían a Pérez Molina y a Baldetti. ¿Cómo es posible que les hayan podido quitar los bienes, pero nunca probar que eran de “ellos”, como para incluirlos en las acusaciones en su contra en un caso como el de La Línea? Lo que, por cierto, es una muestra más de las inconstitucionalidades de esa ley.

Todo ello me lleva a dudar de que, al final, se les vaya a poder condenar por este caso. Nuevamente, me parece lamentable porque, si no fue en este caso, en otros seguramente sí participaron, pero el mal trabajo del MP que ahora se está mostrando -y que ya sospechaba desde el inicio- muy probablemente hará que sean declarados inocentes, no porque necesariamente lo sean, sino porque el MP no logró probar su culpabilidad.

Por aquello de las dudas, hay que recordar que esta investigación y acusación viene de los tiempos de la CICIG y la FECI “anterior”, no de la actual. Veremos en qué para este entuerto.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

ARCHIVADO EN: