ESCENARIO DE VIDA

Manejo forestal versus deforestación

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Los ambientalistas, décadas atrás, habíamos apoyado el riguroso concepto de conservar el bosque natural sin ninguna intromisión humana. ¡Qué equivocados estábamos!

' ¿Vale la pena prorrogar las concesiones forestales de la RBM?

Vida Amor de Paz

Hemos visto a lo largo de una veintena de años que si hay personas viviendo en el bosque bajo una figura de aprovechamiento y manejo de los recursos naturales renovables, hay buenas posibilidades de que el bosque se conserve mejor que dejándolo únicamente inscrito como área protegida y, por ende, sujeto a que se convierta en tierra de nadie, con las invasiones del caso.

Hablemos de las concesiones forestales de Petén, que están funcionando gracias a los concesionarios que viven del bosque, y por ende no les interesa que se destruya. Aunque por mucho tiempo creíamos que el bosque podía cuidarse por sí solo, otra ha sido la historia. La Laguna del Tigre es un triste ejemplo de deforestación por la cantidad de invasiones que ha tenido.

Gracias a la voluntad política de gobiernos anteriores se lograron las normas legales a través del Congreso de la República y nació un sistema exitoso entre manejo y conservación con la fuerte participación del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap). Este modelo le ha ganado premios mundiales a las concesiones otorgadas en la Reserva de Biosfera Maya (RBM) y ha servido de ejemplo para otros países. Su éxito se percibe a través de las imágenes satelitales que demuestran un favorable resultado de conservación, pues mantienen el manto verde y están libres en gran parte de incendios forestales, de invasiones, de tala ilícita y depredación.

La tarea no es sencilla porque existen amenazas de parte del crimen organizado asentado en todo el departamento de Petén. La figura de Concesión Forestal significa que hay comunidades autorizadas para realizar un manejo forestal sostenible. Si su manejo forestal demuestra que el manto verde no cesa de existir a lo largo de varias décadas, eso nos da tranquilidad.

La tarea ha sido ardua para los concesionarios de Acofop. Al principio no fue todo color de rosa, y todavía no lo es, pues las amenazas de los depredadores vecinos persisten. Dar cumplimiento a lo que requiere un buen manejo es un reto constante, pero lo están logrando. Poco a poco se han venido profesionalizando los instrumentos que se necesitan para mantener una actividad forestal correcta basada en la sostenibilidad.

El Conap informó que algunas de las concesiones ya están más próximas a vencer. Estas son las de Carmelita y La Pasadita, en San Andrés, Petén. En Carmelita vemos un aprovechamiento y manejo de productos no maderables como chicle, xate y pimienta, y una actividad ecoturística donde los comunitarios proveen de servicios a los visitantes que hacen senderismo.

Este año, el Conap finalmente aprobó la actualización a las normas para el otorgamiento de prórroga de concesiones de aprovechamiento y manejo de recursos naturales renovables en la zona de usos múltiples de la RBM. Enrique Barahona, secretario ejecutivo del Conap, mencionó que las normativas permiten que los procesos sean sólidos, eficientes y transparentes para avaluar las solicitudes. “Se busca aclarar el procedimiento que deben hacer las concesiones comunitarias para solicitar su prórroga”, esto es a favor de estos modelos que ayudan a la alianza Estado- comunidad”, enfatizó Barahona.

Muchos de mis lectores se preguntarán si en efecto vale la pena prorrogar dichas concesiones. A mi juicio es válido, y aunque aún haya disidentes e incrédulos sobre la efectividad de este modelo y esta prórroga, yo no veo otro camino, pues se ha demostrado que funciona.

ESCRITO POR:

Vida Amor de Paz

Presidenta de la Fundación del Bosque Tropical. Directora general de Planeta Verde Televisión. Presentadora de Los secretos mejor guardados, de Guatevisión. Recorre el mundo filmando en cinco continentes. Es graduada de la Universidad Panamericana, en Periodismo.