Desde Ginebra
Los riesgos del comercio
La mayoría de los países en vías de desarrollo han experimentado una recuperación más lenta.
El comercio internacional es una fuerza motriz básica en la economía mundial, permitiendo el intercambio de bienes y servicios entre países y regiones. Sin embargo, no está exento de desafíos que afectan a las empresas y a los países que participan en esta actividad.
El comercio internacional es una fuerza motriz básica en la economía mundial.
Entre los principales retos del comercio internacional, se encuentran los Aranceles, las Barreras No Arancelarias, la Competencia de Empresas Extranjeras, las dificultades logísticas y de transporte, la volatilidad y el riesgo cambiario.
Recientemente, se han publicado varios documentos que muestran que el mundo se enfrenta a un conjunto de riesgos que parecen nuevos. En un documento sobre los riesgos globales donde se exploran algunos de los riesgos más graves que podemos enfrentar en un futuro próximo, que a medida que nos encontramos al borde de una época de bajo crecimiento y baja cooperación, las compensaciones más inmediatas corren el riesgo de erosionar la acción climática, el desarrollo humano y la resiliencia futura.
De acuerdo con un informe de la ONU, pareciera que actualmente la confluencia de múltiples crisis puede desencadenar resultados económicos mundiales más bajos de las últimas décadas, y que para ello posiblemente se requieren medidas fiscales más contundentes para resurgir la economía mundial y apoyar el programa de desarrollo.
Las perturbaciones graves que se reforzaron mutuamente, por ejemplo, la pandemia de la Covid, las tensiones en el medio oriente entre Israel y la Franja de Gaza, así como, el conflicto entré Rusia y Ucrania y las consiguientes crisis alimentaria y energética, el aumento de la inflación, el endurecimiento de la deuda, y la emergencia climática, golpearon la economía mundial desde 2022.
En este contexto, se previó que el crecimiento de la producción mundial se desacelerara en 2022 y 2023, con una de las tasas de crecimiento más bajas de las últimas décadas, según el informe Situación y Perspectivas de la economía mundial de las Naciones Unidas 2023.
El informe presenta unas perspectivas económicas sombrías e inciertas a corto plazo. Se prevé que el crecimiento mundial repunte moderadamente hasta el 2,7 % en 2024, a medida que empiecen a remitir algunos de los vientos adversos. Sin embargo, esto depende en gran medida del ritmo y la secuencia de un mayor endurecimiento monetario, del curso y las consecuencias de los conflictos en Ucrania e Israel y de la posibilidad de que se produzcan nuevas perturbaciones en la cadena de suministro.
La mayoría de los países en vías de desarrollo han experimentado una recuperación más lenta del empleo desde 2022 y siguen enfrentándose a una considerable falta de empleo. Las pérdidas desproporcionadas en el empleo durante la fase inicial de la pandemia no se han invertido totalmente, y las mejoras se deben principalmente a una recuperación de los empleos informales.
Las crisis actuales golpean con mayor dureza a los países más vulnerables a menudo por causas ajenas a su voluntad, por lo que, la comunidad mundial debe aumentar sus esfuerzos conjuntos para evitar el sufrimiento humano y apoyar un futuro integrador y sostenible para todos.
No se puede esperar más en reforzar la cooperación internacional, el informe pide a los gobiernos que eviten la austeridad fiscal, que sofoca el crecimiento y afectaría desproporcionadamente a los grupos más vulnerables, además, obstaculizaría las perspectivas de desarrollo durante generaciones.
Las inversiones públicas estratégicas en educación, sanidad, infraestructuras digitales, nuevas tecnologías y mitigación y adaptación al cambio climático pueden ofrecer grandes beneficios sociales, acelerar el crecimiento de la productividad y reforzar la resiliencia frente a las perturbaciones económicas, sociales y medioambientales.
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