Hagamos la diferencia

Los profesionales exigen reapertura de instalaciones deportivas

La pandemia fue buena excusa para cerrar las instalaciones deportivas al aire libre de los colegios profesionales. Pero… deben abrirse ya.

En marzo de 2020, el covid-19 nos sorprendió a todos. De la noche a la mañana se cerraron muchas puertas. Trabajo, estudios, iglesias, turismo, etc. Las instalaciones de los colegios profesionales (Z.15, ciudad) también. Comprensible. Año y medio después (abril de 2021), cuando ya se implementaban a todo nivel, en forma exitosa, actividades económicas, sociales y deportivas, las instalaciones deportivas de los colegios profesionales seguían cerradas.

De manera individual y grupos afines de profesionales debidamente colegiados solicitaban constantemente información a la secretaría de la Asamblea de Presidentes: “Aun no, seguirá cerrado”, era la respuesta. Incluso, haciendo el uso de derecho de petición (artículo 28 de la Constitución Política de la República de Guatemala), se envió un memorial firmado por varios colegiados en el que se pedía a la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales (Apcop), la reapertura, fundamentada en una lista de medidas de bioseguridad y sociales, tomadas en recomendaciones de instalaciones deportivas internacionales, Ministerio de Salud Pública, gimnasios, piscinas privadas y públicas, academias de natación que ya meses atrás funcionaban muy bien bajo dichos estándares sanitarios y de convivencia social. Las instalaciones recreativas de los colegios profesionales que son al aire libre permanecían cerradas, aun cuando una de las principales recomendaciones a todo nivel era que el deporte, sobre todo la natación, era una de las mejores actividades para superar los efectos del covid-19, como enfermedad, y las secuelas físicas y emocionales del encierro que afectó a Guatemala y a la población mundial.

Casi cinco años después las instalaciones deportivas de los colegios profesionales en zona 15 siguen cerradas.



Si bien en este tiempo se dieron algunas actividades temporales en el lugar (como ser centro de vacunación durante algunos meses del 2021), se comprende esa circunstancia. La reapertura se da hasta finales de octubre de 2022, luego de múltiples solicitudes y casi ruegos de muchos profesionales a sus respectivos colegios y a la misma Apcop, y sin emitir ningún comunicado general, aparece un cartel en las instalaciones que anuncia la apertura en horarios que no eran los que se tenían antes del cierre. En abril de 2023 se anuncia un nuevo cierre debido a que se realizarían “remodelaciones” durante un mes (10 de abril a 10 de mayo). No fue así. Desde esa fecha permanecen cerradas las instalaciones deportivas, pues las remodelaciones siguen. En resumen, prácticamente hace cinco años que no se ha podido gozar de dichas instalaciones. Los cambios en el área de piscina y canchas se han venido dando. El problema es la evidente lentitud de la ejecución de los mismos, y que no se ha visto la voluntad de abrir las áreas que ya están disponibles; es cuestión de un poco de orden y logística. Aunque falten algunos detalles como jardinería, limpieza menor, etc., no son impedimento.

El acceso a las instalaciones deportivas es una necesidad y un derecho adquirido por todos los profesionales que aportamos nuestra cuota, es de las pocas prestaciones que realmente se pueden gozar, y deben gestionarse con transparencia y eficiencia. Las informaciones que se dan deben ser claras, y no engañarnos. Después de un mes de espera, un año después… seguimos igual, ¿Por qué esperar más? Las instalaciones ya listas, deben abrirse, y ponerse a disposición de los usuarios, justo sería también emitir un comunicado en donde se indique lo realizado y los costos en que se incurrió y esperamos que cualquier nueva normativa para su uso se implemente en beneficio de los colegiados, a quienes la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales (Apcop) está obligada a servir.

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.