La antorcha
Los desafíos de Fundesa
Se honró a aquellos empresarios pioneros y visionarios.
La Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), una instancia de discusión ponderada y de propuestas de carácter técnico estratégicos del sector privado, que ha sido presidida sucesivamente desde su fundación en 1984 por connotados líderes del sector y ejecutivos de empresas de vanguardia, conscientes de la necesidad de un desarrollo económico y social del país, celebró recientemente sus 40 años de existencia.
Se honró a aquellos empresarios pioneros y visionarios.
En un acto solemne y oportuno, se honró a aquellos empresarios pioneros y visionarios, que como núcleo promotor, se organizaron con vocación de servicio al país para dar vida a Fundesa en un complejo pero histórico contexto de la política nacional, del ámbito regional y en el marco de una etapa tardía de lo que se denominó la Guerra Fría, de la que Guatemala no estuvo ajena.
En aquellas circunstancias de 1984, Guatemala, conducida por el Gral. Óscar Humberto Mejía Víctores y el Alto Mando del Ejército Nacional, en representación y con el apoyo de toda su institucionalidad, transitaba en un proceso difícil de apertura política, encaminado a cumplir estrictamente los compromisos de un cronograma de eventos históricamente trascendentales: la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que se esperaba derivara en una nueva y moderna institucionalidad democrática y luego convocar a elecciones generales por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), integrado en aquel momento por prominentes e íntegros juristas, ampliando así el abanico ideológico a todas las fuerzas política democráticas. En este proceso complejo, que tuvo al final un resonante éxito nacional e internacional, que desarmó a la insurgencia guerrillera marxista de sus argumentos antisistema, mi padre, Fernando Andrade Díaz-Durán, tuvo una participación fundamental. Por cierto, pronto publicará sus memorias como un aporte valioso de un protagonista de aquellas circunstancias de la historia de Guatemala.
Es importante destacar que los empresarios desde un inicio supieron interpretar correctamente el momento histórico para contribuir a la institucionalidad democrática y con el tiempo al desarrollo del país. Fundesa, a través de estas cuatro décadas en que se ha mantenido la institucionalidad democrática, a pesar de algunos intentos de alterarla o bien deteriorarla, ha ido perfeccionando sus capacidades técnicas, sus propuestas estratégicas, su relacionamiento con otros actores políticos y sociales nacionales e internacionales, y progresivamente mejorado su incidencia.
Sin embargo, Fundesa, como otros actores nacionales genuinamente interesados en mejorar las condiciones de desarrollo del país, tienen desafíos que se han acentuado en lo que va de este siglo XXI: el deterioro de la institucionalidad del Estado, la debilidad y la manipulación del Estado de Derecho, la corrupción enraizada y extendida, y la degradación de los liderazgos y de los partidos políticos que se han adaptado o bien actuado deliberadamente en función de ese deterioro institucional.
Por ello, le corresponde ahora a las nuevas generaciones empresariales, que han pasado a dirigir Fundesa, con la colaboración de las generaciones precedentes, contribuir a revertir en la medida de lo posible esa tendencia perniciosa y sumar esfuerzos con otros actores para una eficiente y efectiva incidencia nacional. A cada generación le llega su momento histórico. Si bien hay desafíos siempre habrá oportunidades y de ahí la visión estratégica y la interpretación correcta de las circunstancias históricas. En nombre de mi familia y en el mío propio agradezco a Fundesa honrar la memoria de quienes fallecieron en el fatídico accidente aéreo del 9 de septiembre del 2002: Sergio Paiz Andrade, Enrique Novella Alvarado, Rodrigo Toriello Arzú y mi hermano Rodrigo José Andrade Falla.
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